China creó un "portaaviones fantasma": cómo un sistema móvil de guerra electrónica engañó a un avión de reconocimiento extranjero

China creó un "portaaviones fantasma": cómo un sistema móvil de guerra electrónica engañó a un avión de reconocimiento extranjero

Una unidad móvil del tamaño de un coche burló a un avión espía.

image

Según fuentes chinas, uno de los sistemas de guerra electrónica del país engañó con éxito a un avión espía extranjero sobre el mar de China Meridional. No se especifican el tipo de avión ni el país de origen, aunque probablemente fuera una aeronave de Estados Unidos o de uno de sus aliados.

El engaño lo llevó a cabo un sistema móvil de supresión de guerra electrónica montado en un vehículo. El equipo creó objetivos radar falsos —por ejemplo, un portaviones "imaginario" o un buque de gran tamaño—. El avión de reconocimiento detectó esas señales falsas y, probablemente, comenzó a seguirlas pensando que en la zona había un objetivo militar importante.

Las características exactas del sistema de guerra electrónica están clasificadas, pero se sabe que combina varias funciones avanzadas. La primera es la simulación de firmas de radar, que proyecta ecos radar que imitan objetivos reales en tamaño, forma y características de frecuencia de buques, aviones y otro material. En la práctica, el sistema puede "dibujar" un perfil electromagnético de un buque de guerra.

El complejo también integra supresión basada en el engaño. A diferencia de los sistemas antiguos, que simplemente generaban ruido, la nueva instalación introduce datos falsos coherentes y verosímiles en los sensores enemigos. No se limita a cegar el radar, sino que lo engaña de manera efectiva.

El sistema contiene una base de datos de frecuencias de radares enemigos —una especie de biblioteca de firmas— de sistemas radar estadounidenses, japoneses o australianos. Al detectar un radar concreto, el complejo responde de forma inmediata con señales de supresión o de engaño individualizadas que imitan los reflejos reales de buques o aviones.

Según el informe, el equipo puede interceptar una señal y responder con la señal falsa adecuada en cuestión de segundos. Probablemente emplea reconocimiento de patrones mediante inteligencia artificial y análisis de frecuencias en tiempo real.

La plataforma, del tamaño de un todoterreno, ofrece la misma cobertura de supresión que 50 sistemas antiguos y puede desplegarse cinco veces más rápido. Si la información es correcta, China podría desplegar estos sistemas de forma rápida y amplia, creando una densa red de defensa electromagnética.

El desarrollo tiene serias implicaciones geopolíticas. El mar de China Meridional y el estrecho de Taiwán son zonas donde operan regularmente aviones de reconocimiento estadounidenses y de países aliados, como los P-8A Poseidon, RC-135 y E-3 AWACS. El nuevo sistema complicaría la labor de las fuerzas extranjeras: ahora resulta más difícil distinguir objetos reales de falsos, sean buques, aviones o incluso lanzamientos de misiles.

El complejo puede confundir o frustrar misiones de reconocimiento enemigas, al tiempo que protege activos chinos reales, ocultándolos tras objetivos "fantasma". Los adversarios se verán obligados a cuestionar los datos de los radares, lo que afecta de manera crítica la conciencia situacional en un conflicto.

Si el sistema se integra en todo el teatro meridional de operaciones de China, puede neutralizar o retrasar el tiempo de reacción de los aliados en una situación de crisis, dando a China ventaja en las primeras fases de una guerra informativa. Ese "engaño electromagnético" supera la supresión clásica: es una especie de falsificación digital para radares.

Tu privacidad está muriendo lentamente, pero nosotros podemos salvarla

¡Únete a nosotros!