Confunde su dispositivo de almacenamiento personal con un servidor estatal y queda bajo investigación interna.
Un empleado del Departamento de Energía de EE. UU. que participaba en programas relacionados con el arsenal nuclear del país perdió su habilitación para manejar información secreta después de que, por error, cargó en el ordenador del trabajo 187 000 imágenes pornográficas, incluidas escenas con robots creadas por una red neuronal.
Según el informe oficial, el incidente ocurrió en la primavera de 2023 y fue motivo de una investigación prolongada, que terminó con la denegación de la restitución de la habilitación. La divulgación pública del incidente tuvo lugar solo ahora.
Según los documentos del departamento, el 23 de marzo de 2023 el empleado intentó crear una copia de seguridad de su colección personal de material erótico acumulada a lo largo de varias décadas. Su objetivo era utilizar las imágenes como material de entrenamiento para un modelo generativo capaz de crear ilustraciones pornográficas con robots.
El hombre admitió que padece depresión desde la infancia y veía esos experimentos como una manera de lidiar con la sensación de soledad. No obstante, en lugar de su almacenamiento personal escogió por error un disco de red conectado a la infraestructura estatal.
Seis meses después de la carga, los materiales fueron detectados durante una revisión iniciada tras la identificación de un volumen anómalo de archivos multimedia en los servidores. Durante la investigación interna quedó claro que el archivo consistía en una selección de imágenes acumulada durante muchos años, que el hombre comprimía y organizaba en carpetas desde finales de la década de 1990.
Explicó que conectaba su unidad personal al ordenador de trabajo, creyendo que los datos estaban en un espacio separado y no se cruzaban con los recursos estatales. También mencionó que trasladaba archivos desde el teléfono debido al tamaño incómodo de la pantalla y que quería procesarlos en un monitor grande.
Durante el proceso de apelación, donde se examinó la posibilidad de restablecer la habilitación, el hombre reconoció haber violado las normas internas, pero no consideró sus actos una falta grave. Además, expresó su descontento por el nivel de vigilancia por parte de la dirección y comparó el interrogatorio sobre el incidente con las acciones de la inquisición. El psicólogo encargado del caso señaló una alta probabilidad de episodios recurrentes de depresión, lo que constituyó un motivo adicional para la denegación.
Según los procedimientos del Departamento de Energía, las decisiones sobre apelaciones se publican en acceso abierto, lo que dio a conocer los detalles de la investigación interna. Al final no se restableció la habilitación, y el caso se convirtió en uno de los ejemplos más inusuales de pérdida del derecho a trabajar con información confidencial en la entidad responsable de la seguridad nuclear de Estados Unidos.