Una historia habitual: hay Internet en casa, el router funciona, pero en la habitación más alejada, en el balcón o en la cocina la señal Wi‑Fi llega muy débil. Nadie quiere profundizar en teoría de redes ni leer foros por la noche: se desea simplemente que la red funcione con fiabilidad donde realmente usas el teléfono y el portátil.
Pero al buscar "router tras router" aparecen de inmediato "repetidores", "puentes WDS", "puntos de acceso" y "doble NAT". Más abajo explicaremos paso a paso y sin terminología innecesaria cuáles son las opciones para conectar un segundo router y en qué caso elegir cada una, para no estropear la conexión que funciona al intentar mejorarla.
Cuándo se necesita un segundo router
Un segundo router no es solo para casas grandes. Incluso en un piso urbano normal a veces un dispositivo no basta. Las razones suelen ser:
- superficie grande o distribución complicada; la señal se atenúa por el hormigón y el armado;
- el router está en un lugar incómodo: en un cuadro eléctrico, en el pasillo detrás de un armario, cerca del ascensor;
- casa particular con varios pisos o construcción separada (garaje, taller, oficina);
- router antiguo que no soporta la velocidad ni la carga, pero da pena tirarlo y se quiere usar como amplificador.
En todos estos casos surge la pregunta natural: ¿se puede simplemente coger un segundo router y "conectarlo al primero" para que la señal llegue más lejos? La respuesta: sí. Pero la forma de conexión influye mucho en la estabilidad y la velocidad.
Tres maneras principales de ampliar el Wi‑Fi con un segundo router
Casi todos los esquemas domésticos de "router tras router" encajan en tres variantes. Se diferencian en cómo el segundo router se conecta al primero y qué función cumple.
Opción 1: repetidor (amplificador de Wi‑Fi)
El repetidor hace exactamente lo que esperan los usuarios: toma la señal Wi‑Fi existente y la retransmite más lejos. Es decir, el primer router ofrece la red y el segundo la recibe por el aire y la repite.
A menudo son aparatos independientes con la etiqueta Repeater o Range Extender, pero muchos routers domésticos pueden trabajar en modo repetidor. En la interfaz esto puede llamarse "Modo amplificador", "Repetidor", "WDS Repeater" o "Extensión de cobertura".
Cómo funciona en líneas generales:
- en la configuración del segundo router eliges el modo repetidor;
- escaneas las redes disponibles y seleccionas el Wi‑Fi del primer router;
- introduces la contraseña de la red principal;
- guardas los ajustes y esperas a que los dispositivos se sincronicen.
Ventajas del modo repetidor:
No es necesario conectar un cable; basta con un enchufe y una señal aceptable del primer router. Se puede ubicar en un punto donde la red aún sea estable y llevarla más allá a la zona "muerta". Funciona con casi cualquier marca si ambos dispositivos soportan modos estándar.
Inconvenientes:
La velocidad suele caer aproximadamente a la mitad porque el mismo canal radio se usa para recepción y transmisión. El repetidor es muy sensible a la calidad de la señal del router principal. Si se coloca en una zona ya "muerta", repetirá honestamente un Wi‑Fi débil e inestable. Otro punto: en edificios muy poblados el repetidor puede sobrecargar aún más el espectro y amplificar las interferencias de vecinos.
Opción 2: segundo router como punto de acceso por cable
La manera más fiable de ampliar la cobertura es tirar un cable de red desde el primer router hasta el segundo y convertir el segundo en un punto de acceso. En esencia es el mismo "router tras router", pero el Wi‑Fi se usa solo para que se conecten los dispositivos y entre routers hay un enlace por cable estable.
Esquema típico:
El primer router está conectado al proveedor y reparte Internet. Desde él, por cable, sale un puerto hacia la habitación lejana o a otro piso. Allí está el segundo router, al que se desactivan las funciones de enrutamiento sobrantes y se activa únicamente la emisión de Wi‑Fi (modo Access Point o simplemente "punto de acceso").
Qué hay que hacer en la configuración del segundo router:
- asignarle una IP estática en la misma subred que el primero (por ejemplo, si el router principal es 192.168.0.1, al segundo se le puede dar 192.168.0.2);
- desactivar en el segundo router el servidor DHCP, para que las direcciones las asigne solo el primero;
- conectar el cable desde un puerto LAN del primer router a un puerto LAN del segundo (a menudo se indica "LAN-LAN").
Luego se puede configurar el Wi‑Fi del segundo router:
O bien usar el mismo nombre de red y la misma contraseña que el primero para que los dispositivos cambien automáticamente entre puntos, o crear una red separada, por ejemplo "Home_2floor", para ver claramente a cuál estás conectado.
Ventajas de esta opción:
Conexión lo más estable posible, velocidad completa del canal y mínimo de problemas con el roaming. Si el cable está bien instalado y no está aplastado, este esquema resistirá reformas, cambio de proveedor e incluso la sustitución del router principal. El único inconveniente es que hay que tirar un cable.
Opción 3: puente Wi‑Fi (WDS, wireless bridge)
Un puente se necesita cuando no se puede tirar cable pero hay que unir dos puntos de la red "por el aire": por ejemplo, la casa y el garaje o distintos pisos donde no hay una instalación adecuada. En modo puente los routers crean entre sí un canal radio estable y "rebotan" el tráfico por ese enlace.
En la interfaz esto puede llamarse "WDS Bridge", "Wireless Bridge", "Point to Point", etc. Hay esquemas variados: puente solo entre routers, puente más Wi‑Fi local para clientes, puente con un módulo de radio separado.
Normalmente la configuración es así:
- en ambos routers se activa el modo puente y se indica la dirección MAC y el nombre de la red "sociedad";
- se selecciona un mismo canal y un mismo tipo de cifrado (mejor WPA2 o WPA3 si está soportado);
- a menudo se establece una contraseña dedicada para el enlace entre routers.
Ventajas del puente:
No hace falta cable, la distancia puede ser mayor que con el Wi‑Fi doméstico habitual, especialmente si se usan antenas exteriores. Es adecuado para conectar estancias o edificios separados. Los inconvenientes son parecidos a los del repetidor: la velocidad global es menor, la calidad depende de las interferencias y el enlace exige una configuración cuidada.
Cómo saber qué funciones tiene su router
Antes de comprar un segundo router, conviene comprobar qué funciones tiene el primero. Es posible que parte de las tareas ya se resuelvan con los modos integrados.
En qué fijarse:
El modelo y la revisión del dispositivo. Normalmente están indicados en la pegatina inferior. Ese modelo conviene buscar en Internet junto con las palabras "modo de funcionamiento" o "manual". Muchos fabricantes tienen en su web una tabla clara que enumera modos como "Router", "Punto de acceso", "Repetidor", "WISP", etc.
Interfaz de administración. Si ya sabes cómo acceder pero algo no sale, puedes apoyarte en una guía detallada de acceso y configuración básica, por ejemplo este esquema paso a paso para cualquier marca. En las secciones "Modo de operación" u "Operation Mode" suelen estar los apartados necesarios.
Si el router es muy antiguo y no soporta ni puente ni repetidor, no todo está perdido. Aun así puede utilizarse como segundo punto de acceso por cable, y en algunos casos un firmware de terceros (OpenWrt, DD‑WRT) añade las funciones necesarias. Pero esa ya es una solución para usuarios avanzados.
Errores típicos al conectar un router tras otro
La mayoría de problemas con "ampliar el Wi‑Fi" no vienen de la mala tecnología, sino de un par de opciones mal puestas en la configuración y de una ubicación desafortunada. Veamos los errores más frecuentes.
Colocar el repetidor donde ya no recibe nada
El repetidor debe situarse donde la señal principal aún sea suficientemente fuerte. Así podrá retransmitirla hacia adelante. Si se pone el dispositivo en el punto más ciego, repetirá sinceramente una red ya degradada y entrecortada.
Prueba sencilla: recorre el piso con el teléfono y una app para medir el nivel de señal, por ejemplo WiFi Analyzer o en escritorio NetSpot. Encuentra un lugar donde aún haya 2–3 barras estables y desde allí amplía la cobertura.
Dos routers repartiendo direcciones al mismo tiempo
Clásico en redes domésticas: ambos routers con el servidor DHCP activado y la misma subred. Como resultado, algunos dispositivos reciben direcciones del primer router y otros del segundo, y la red actúa de forma impredecible. Se pierde el acceso a impresoras, NAS, e incluso Internet puede dejar de funcionar por completo.
Regla simple: en una configuración casera "router tras router" el DHCP normalmente debe funcionar solo en un dispositivo: en el que está conectado al proveedor. El segundo router en modo punto de acceso no asigna direcciones y solo reenvía las solicitudes.
Doble NAT y problemas con juegos en línea y VPN
Si el segundo router se conecta no por LAN‑LAN sino por WAN‑LAN, empezará a crear su propia subred encima de la principal. Como resultado aparece el llamado "doble NAT". Para la navegación web habitual no suele ser crítico, pero los juegos, el acceso remoto y los túneles VPN pueden fallar.
Si necesitas juegos, teletrabajo, cámaras IP y acceso remoto, es mejor configurar el segundo router como punto de acceso por cable sin NAT adicional o asegurarse de antemano de que los modos puente y repetidor están implementados correctamente.
Elección errónea de canal y espectro saturado
A veces parece que el Wi‑Fi "va lento", aunque el problema no sea la cobertura sino un canal congestionado. En edificios de varias viviendas decenas de routers intentan transmitir en las mismas frecuencias. En ese caso el repetidor o el segundo router solo amplifican el caos.
La solución es sencilla: comprobar qué canales están ocupados y elegir uno menos congestionado. Para ello de nuevo ayudan los analizadores de Wi‑Fi. Después se puede medir la velocidad y la latencia con servicios como Speedtest o Fast.com.
Qué elegir si solo quieres "que llegue más lejos"
Para no ahogarse en términos, puede partirse de una lista simple según el escenario.
Si estás en un piso y puedes tirar un cable hasta la habitación lejana, la mejor opción es un segundo router en modo punto de acceso por cable. Esto dará la velocidad completa, un ping estable y pocas sorpresas.
Si no es posible tirar cable (por alquiler, reforma, falta de rozas, prohibido taladrar), y las zonas con mala cobertura están cerca del router principal, tiene sentido probar el modo repetidor. Lo importante es no colocarlo en la "zona muerta", sino más cerca de la fuente de señal.
Si tienes una casa y necesitas conectar la casa, el garaje, el taller u oficina, resulta más lógico mirar hacia un puente Wi‑Fi o incluso puntos especializados "punto a punto". Sí, es más complejo de configurar, pero no es imposible y la mejora en estabilidad suele ser notable.
En cualquiera de estos casos un router antiguo se puede usar como segundo dispositivo si soporta el modo de funcionamiento necesario y no limita la velocidad por hardware. A veces es más rentable comprar un router moderno y sencillo con modo de punto de acceso que intentar revivir un equipo muy antiguo.
Lista de comprobación breve antes de comprar un segundo router
Para no gastar de más ni acabar con un "ladrillo" en el enchufe, intenta responder a unas preguntas:
- ¿puedes tirar físicamente un cable de red desde el router principal hasta el punto donde no llega el Wi‑Fi?;
- ¿qué modo necesitas: repetidor, puente, punto de acceso por cable o una combinación?;
- ¿el primer router soporta WDS, modo puente o el funcionamiento con varios puntos de acceso?;
- ¿necesitas velocidad máxima (juegos en línea, streaming, archivos grandes) o basta con "que funcione"?;
- ¿qué tan congestionado está el espectro en tu casa; tiene sentido cambiar de canal antes de comprar más equipo?
Si después de esto aún dudas, puedes empezar por lo más sencillo: probar a mover el router actual, cambiar de canal y actualizar el firmware, y luego decidir sobre un segundo dispositivo. En todo caso, comprender la diferencia entre repetidor, puente y punto de acceso ayudará no solo a lograr que el Wi‑Fi "llegue más lejos", sino también a ahorrar nervios en la próxima mudanza o cambio de proveedor.