Los hackers irrumpieron en apps de la App Store y lo sacaron todo.
Un grupo de hackers afirma haber accedido a una gigantesca base de datos de usuarios chinos de iOS. En un foro clandestino han aparecido muestras de la información robada: nombres de propietarios de iPhone, números de identificación personal, teléfonos y otros datos sensibles, como nombres, fechas de nacimiento, género y detalles geográficos de residencia, hasta el nivel de ciudades y provincias de China.
Los autores de la publicación aseguran haber obtenido esta información actualizada hasta febrero de 2025 a través de una aplicación del sistema operativo de Apple. Expertos que han analizado fragmentos de la base de datos publicada aún no han podido identificar con certeza de qué servicio provino la filtración. La autenticidad del supuesto volumen de 62 millones de registros comprometidos también requiere verificación adicional. Sin embargo, cabe destacar que el autor de la publicación ha compartido información verídica sobre distintos ciberataques en ocasiones anteriores.
Una comparación con un archivo de filtraciones anteriores, que contiene más de 15,5 mil millones de registros, reveló que esta nueva base de datos no se solapa con filtraciones previas. Esto podría indicar que los delincuentes realmente obtuvieron una nueva tanda de datos comprometidos.
No es un secreto que las consecuencias pueden ser extremadamente graves para las víctimas. La información robada puede usarse en todo tipo de esquemas criminales: desde la creación de documentos falsos hasta el vaciado de cuentas bancarias. Especialmente preocupantes son los ataques de phishing dirigidos —los delincuentes podrían enviar correos convincentes utilizando datos reales de sus objetivos.
La magnitud de los problemas de seguridad en el ecosistema Apple quedó evidenciada tras una reciente auditoría de la App Store. Los especialistas examinaron 156.000 aplicaciones, aproximadamente el 8% del catálogo total. Las conclusiones fueron alarmantes: siete de cada diez apps contenían vulnerabilidades que permitían el acceso a al menos una función protegida. En promedio, cada programa podía filtrar cinco tipos distintos de datos confidenciales.
Las aplicaciones de citas resultaron ser las más vulnerables. En apps dirigidas a la comunidad BDSM y personas LGBTQ+ se detectaron fallos graves en la protección de fotografías privadas. Algunas incluso permitían el acceso a imágenes enviadas en conversaciones personales.