Los vehículos aéreos no tripulados, o drones, se han convertido en una parte integral de nuestras vidas. Se utilizan en una amplia variedad de ámbitos: desde la entrega de productos hasta la seguridad, desde la filmación amateur hasta las operaciones militares. Pero la creciente popularidad de los drones plantea una pregunta importante: ¿qué tan protegidos están contra la interceptación del control? ¿Pueden los atacantes tomar el control de tu dron y, si es así, cómo exactamente es posible? Hoy analizaremos en detalle los aspectos técnicos, los métodos de ataque y las formas de proteger los drones.
Para comprender la posibilidad de una interceptación, primero hay que entender cómo los drones reciben órdenes del operador.
La mayoría de los drones se controlan mediante canales de radio que operan en las frecuencias de 2.4 GHz o 5.8 GHz. A través de este canal se transmiten los comandos del operador y se devuelve la telemetría, lo que permite rastrear los parámetros de vuelo. La comunicación por radio permite una gestión rápida, pero sigue siendo vulnerable a interferencias si no está protegida con un cifrado fiable.
Los drones utilizan varios protocolos de transmisión de datos. Por ejemplo:
Los drones que se orientan en el espacio suelen depender de señales GPS. Si se suplantan o interfieren las coordenadas GPS, el dispositivo puede perder el control o comenzar a ejecutar comandos falsos.
Interceptar el control de un dron requiere conocimientos técnicos y equipo especializado. A continuación se presentan los métodos más comunes:
Muchos drones de nivel amateur utilizan Wi-Fi para comunicarse con el operador. Si la red Wi-Fi está protegida por estándares obsoletos como WEP, se puede hackear fácilmente con herramientas como Aircrack-ng. Al acceder a la red, el atacante obtiene control total del dron: puede controlar el movimiento, apagar la cámara o incluso interceptar la transmisión de video.
Ejemplo. En 2023, un equipo de investigadores en seguridad demostró cómo hackear la conexión Wi-Fi de un dron en 10 minutos utilizando un portátil y una antena común. Lograron conectarse al dispositivo y hacer que ejecutara comandos sin la participación del propietario.
SDR es una tecnología que permite interceptar y analizar señales de radio. Con SDR se puede:
Este método es especialmente eficaz contra drones que utilizan protocolos de comunicación no cifrados o poco protegidos.
Si el dron utiliza GPS para la navegación, puede ser engañado enviando coordenadas falsas. Esto puede hacer que el dispositivo cambie de ruta, regrese al punto de partida o incluso se estrelle. Los spoofers GPS modernos permiten reemplazar la señal de los satélites con datos propios.
Ejemplo. En 2022, especialistas en ciberseguridad realizaron un experimento en el que hicieron que un dron abandonara un área restringida enviando coordenadas falsas a través de un spoofer GPS. El dispositivo cambió su ruta al considerar los datos falsos como auténticos.
Los inhibidores de señal (jammers) generan interferencias que bloquean la comunicación del dron con el control remoto. Esto puede activar el modo de retorno a casa (Return to Home) o provocar la pérdida total de control. Si se usa SDR adicionalmente, se puede tomar el control del dron tras bloquear la señal original.
Este método consiste en enviar paquetes de datos falsos sincronizados con los comandos originales. Si el protocolo de control del dron está mal protegido, puede aceptar los comandos falsos como legítimos.
En 2023, investigadores utilizaron SDR y Raspberry Pi para hackear un DJI Phantom 4. Lograron reproducir la señal de control e hicieron que el dron realizara un aterrizaje de emergencia.
En una carrera de drones en 2022, atacantes bloquearon las señales GPS de los participantes. Los drones perdieron el control, lo que obligó a cancelar la competencia.
Investigadores de seguridad lograron interceptar la transmisión de video desde la cámara de un dron al hackear su conexión Wi-Fi. Esto les permitió observar en tiempo real las acciones del operador.
Aunque interceptar un dron es teóricamente posible, no siempre es fácil de realizar. Las principales dificultades incluyen:
Interceptar el control de un dron requiere un alto nivel de preparación técnica y equipo especializado. A pesar de los métodos de ataque existentes, las tecnologías de seguridad modernas hacen que los drones sean cada vez más resistentes. Para los propietarios de drones, es crucial recordar la importancia de proteger sus dispositivos para evitar posibles amenazas. Recuerda que cualquier intento de interferir con tecnología ajena sin autorización es ilegal y puede tener consecuencias graves.