Un jurado declaró a Google culpable de recopilar datos de forma encubierta.
Un jurado federal en Estados Unidos ordenó a Google pagar 425 millones de dólares a los demandantes, al reconocer que la compañía violó la privacidad de millones de usuarios. El caso se trató como una demanda colectiva a la que se sumaron 98 millones de personas. Según alegaron, la compañía durante ocho años recopiló y utilizó datos de dispositivos móviles, incluso cuando los usuarios desactivaban el seguimiento de la actividad de las aplicaciones.
El jurado concluyó que Google efectivamente incumplió sus propias promesas, pero no actuó con mala intención y no merece sanciones punitivas. Además, el tribunal no halló violaciones según la California Comprehensive Computer Data Access and Fraud Act. La decisión está disponible en materiales del tribunal.
En la demanda de 2020 los demandantes describieron a la corporación en términos contundentes: «Google es un voyeur extraordinario. Google siempre observa. Incluso cuando promete apartar la mirada, Google observa. Cada clic, cada sitio, cada aplicación —toda nuestra vida virtual. Interceptada. Rastreada. Registrada. Compilada. Empaquetada. Vendida por lucro».
En Google dijeron que planean apelar la decisión. Un portavoz de la compañía dijo a Reuters que el tribunal «interpretó incorrectamente cómo funcionan los productos de la empresa». «Nuestras herramientas de privacidad dan a las personas control sobre sus datos, y cuando desactivan la personalización, respetamos esa elección», señaló.
Expertos en protección de la privacidad calificaron el veredicto de significativo. Este tipo de casos rara vez llegan a un veredicto del jurado, ya que las corporaciones tecnológicas normalmente prefieren acuerdos extrajudiciales.
Según el director ejecutivo del Centro de Información sobre Privacidad Electrónica, Alan Butler, la cantidad de la compensación es especialmente notable, pues se fijó sin multas punitivas: «El jurado concluyó que Google violó sus promesas y que, cualquiera que fuera la medida tecnológica que la empresa empleara, ello seguía representando una grave violación de la privacidad que merece casi 500 millones de dólares en compensación. Es una victoria enorme», afirmó.
Los abogados de los demandantes consideran que esta decisión podría sentar un precedente para otros procesos contra gigantes tecnológicos a los que se acusa de recopilar datos de forma encubierta.