¿El siguiente paso serán los pensamientos? Las emociones de los usuarios en Internet ya están bajo control de las autoridades

En China se inició una nueva iniciativa para ordenar la red: la Administración Central para Asuntos del Ciberespacio anunció el comienzo de una campaña de dos meses destinada a combatir a quienes provocan deliberadamente hostilidad, difunden rumores alarmantes y empujan a la audiencia hacia comportamientos agresivos en internet. La entidad subrayó que el objetivo de la acción es crear una atmósfera más tranquila y constructiva en el espacio en línea.

La atención principal se centra en plataformas con tráfico masivo: redes sociales, servicios de videos cortos y transmisiones en directo. Se revisan mecanismos clave: listas de temas populares, recomendaciones, secciones de comentarios y chats con mensajes animados. Se hace especial hincapié en prevenir casos en que usuarios individuales o comunidades enteras inflan intencionadamente conflictos. Entre esas prácticas destacan: el uso de sucesos informativos candentes para etiquetar por género, región o estatus social, así como la creación de batallas artificiales entre agrupaciones de aficionados. En la lista de infracciones también entran las llamadas "revelaciones de identidad" —acciones en las que se publican datos personales de oponentes, incluida la enseñanza de métodos para su recopilación y venta.

Tan grave se considera la fabricación de mensajes de pánico. Se trata de informaciones falsas sobre catástrofes, delitos o amenazas a la seguridad pública, anuncios falsos de organismos estatales, así como especulaciones sobre el estado de la economía y la esfera social. La difusión de supuestas filtraciones internas mediante redes de cuentas vinculadas o la publicación de detalles inventados para respaldar teorías de conspiración también se enfrentará a una represión estricta. Se presta atención especial a los falsos gurús y personajes ficticios que, presentándose como expertos, difunden perspectivas pesimistas y al mismo tiempo intentan monetizar la alarma mediante la venta de cursos y conferencias.

La campaña también va dirigida contra el contenido que romanticiza la violencia. Quedan prohibidas las escenificaciones de peleas y humillaciones, las transmisiones en directo que muestren armas o conductas autodestructivas. No se podrán publicar materiales con escenas sangrientas, maltrato animal o imágenes de autolesiones. El uso de IA y montaje de vídeo para crear imágenes impactantes pero peligrosas también se considera una infracción. Se señalan además los intentos de captar audiencia mediante transmisiones de retos con autolesiones u organización en línea de enfrentamientos callejeros.

Tampoco quedará sin atención la difusión excesiva de posturas pesimistas. Por ejemplo, se eliminarán publicaciones que afirmen la inutilidad de la educación o del trabajo, así como contenido que promueva activamente la renuncia a valores vitales. La popularización de esos mensajes a través de memes, frases virales o hashtags se considera un intento de inducir en los usuarios un sentimiento de desesperanza y de inclinarlos a imitar modelos de conducta destructivos.

La dirección de la Administración Central subrayó que las subdivisiones regionales deben no solo identificar y bloquear tales manifestaciones, sino también exigir responsabilidad estricta a las plataformas y cuentas que incumplen sistemáticamente las normas. Algunas agencias de medios y estructuras MCN (red multicanal) también quedan bajo control. Las empresas de internet están obligadas a realizar sus propias verificaciones y a subsanar todas las vulnerabilidades que permitan la propagación de ese tipo de contenido. Al mismo tiempo, se insta a la población a informar activamente sobre las infracciones detectadas, para mantener de manera conjunta un ecosistema de internet sano y seguro.