Los servicios de inteligencia investigan una serie de intrusiones.
Esta semana se registraron ciberincidentes en varios estados de EE. UU. que paralizaron el funcionamiento de los servicios municipales y provocaron fallos en los sistemas de gestión a nivel local.
Una de las regiones más afectadas fue el condado Kaufman en Texas, ubicado cerca de Dallas y con casi 200.000 habitantes. Las autoridades del condado informaron que el 20 de octubre detectaron un ciberataque, por el cual tuvieron que notificar tanto a las autoridades federales como a las regionales. Aunque el sistema de gestión del sheriff y los servicios de respuesta de emergencia siguieron funcionando, parte de la infraestructura, incluidos los ordenadores en el edificio de los juzgados, quedó fuera de servicio. Los representantes del condado enfatizaron que la prioridad sigue siendo garantizar la continuidad de los servicios esenciales y la protección de los recursos informáticos; sin embargo, no divulgaron detalles sobre la naturaleza del ataque ni sus consecuencias.
Al mismo tiempo que el incidente en Texas, se produjeron casos similares en otras regiones del país. Las autoridades de La Vergne en Tennessee informaron de un incidente en la red que interrumpió el funcionamiento de los sistemas informáticos internos utilizados por los departamentos municipales. Agentes del FBI y especialistas estatales participan en la investigación y en la recuperación de la infraestructura. Debido a la falla, las oficinas municipales tuvieron que cerrar temporalmente y el sistema de pago de servicios públicos e impuestos quedó inaccesible. A los residentes, que son más de 40.000 en la ciudad, se les ofreció pagar temporalmente con cheques o transferencias de dinero. El pago en efectivo y con tarjetas bancarias está suspendido. Al mismo tiempo, el ayuntamiento aseguró que no se piensa aplicar recargos ni cortar el suministro de agua hasta que se restablezca el funcionamiento normal de los sistemas. Las audiencias del tribunal municipal previstas para el 22 de octubre se han pospuesto indefinidamente.
En las últimas semanas, las autoridades del condado DeKalb en Indiana y el sistema de bibliotecas del condado Chester en Pensilvania también informaron sobre fallos. Todos los incidentes ocurrieron en un contexto de deterioro de la protección de la infraestructura digital de los gobiernos locales, que se agravó tras la suspensión de la financiación federal y la paralización de varios programas debido al cierre continuado del gobierno.
Se notó especialmente la finalización de la asociación entre las agencias federales de ciberseguridad y el Center for Internet Security (CIS), que anteriormente facilitaba el intercambio de información importante sobre amenazas entre organismos municipales, de condado y estatales.
Además, el 30 de septiembre venció la vigencia de una ley federal clave que regulaba el intercambio de inteligencia sobre ciberamenazas, lo que dejó a numerosas agencias sin acceso a análisis críticos. Los recortes presupuestarios, las licencias forzadas y la paralización de varios departamentos dificultaron aún más la asistencia a los municipios afectados por ataques, haciéndolos especialmente vulnerables frente al aumento de la actividad de los ciberdelincuentes.