«Inversores a largo plazo»: cómo los ladrones de criptomonedas de LuBian esperaron cinco años y cuadruplicaron sus ganancias

En 2020, desde el pool de minería chino LuBian se cometió uno de los mayores robos en la historia de las criptomonedas: desconocidos sacaron 127 426 bitcoins. En ese momento su valor era de alrededor de 3,5 mil millones de dólares, y hoy ese volumen se valora en más de 14,5 mil millones. Tras casi cinco años, los activos robados se movieron por primera vez: analistas registraron una serie de transferencias por un total de aproximadamente 1,83 mil millones de dólares.

Según OnchainLens, con base en información de la plataforma Arkham, las carteras vinculadas con ese mismo incidente transfirieron 15 959 BTC a cuatro direcciones. Dos transferencias de 4 999 bitcoins cada una, equivalentes a aproximadamente 539,8 millones de dólares, se enviaron a distintas carteras. Las sumas restantes — 3 424 BTC (unos 369,7 millones) y 2 535 BTC (unos 274,4 millones) — fueron a otras dos direcciones. La sincronía de las acciones indica una operación cuidadosamente planificada.

El pool LuBian, que durante mucho tiempo pasó desapercibido en el mercado, de pronto se vio en el centro de las investigaciones cuando se aclaró que el robo ocurrió desde dentro y que un sistema de control débil permitió sacar enormes volúmenes de fondos. Tras el incidente, el servicio dejó de existir de facto, y las investigaciones no lograron determinar quién está detrás de la desaparición de los bitcoins.

El movimiento actual de los fondos ha despertado un nuevo interés en el caso. Observadores vigilan si las cuatro direcciones se unirán, si se relacionarán con plataformas de intercambio conocidas o si empezarán a usar mezcladores para enredar la cadena de transacciones. Por ahora todo indica que los organizadores actúan con la misma cautela de antes, evitando cualquier paso que pueda revelar su identidad.