Disney invierte 1.000 millones de dólares en OpenAI: ¿qué supone esto para los usuarios?

Disney invierte 1.000 millones de dólares en OpenAI: ¿qué supone esto para los usuarios?

Iron Man sí, Robert Downey Jr. no: revelan las condiciones bajo las cuales Sora podrá generar los personajes de la compañía.

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La corporación estadounidense Disney invertirá 1.000 millones de dólares en OpenAI y oficialmente permitirá usar sus personajes en el generador de video Sora. El acuerdo se cierra en medio de un agudo debate en Hollywood sobre cómo el rápido desarrollo de la inteligencia artificial cambia la industria del entretenimiento y afecta los derechos de los creadores de contenido.

Según un contrato de licencia por tres años, los usuarios de Sora podrán crear videos cortos para redes sociales con la participación de más de 200 personajes de los universos de Disney, Marvel, Pixar y Star Wars. Al mismo tiempo, las condiciones de la colaboración especifican limitaciones: no se utilizarán las apariencias ni las voces de actores cuyas interpretaciones estén vinculadas a esas franquicias.

Para OpenAI, este es el paso más notable hacia Hollywood después del polémico lanzamiento de Sora y la serie de reclamaciones contra la herramienta de video generativa. Antes, el servicio estuvo en el centro del debate por posibles violaciones de derechos de autor y por la aparición de videos con personajes conocidos en representaciones provocativas y ofensivas.

Causaron particular resonancia las imágenes racistas de Martin Luther King Jr. y el uso de la imagen de Malcolm X, que su hija calificó de doloroso e irrespetuoso, tras lo cual la compañía empezó a restringir con más rigor ese tipo de solicitudes.

Disney también protege activamente sus derechos de propiedad intelectual frente al uso no controlado en servicios generativos. El otoño pasado la compañía dirigió una exigencia contundente a Character.AI acusándola de violar derechos de autor por chatbots basados en personajes de Disney.

Más tarde, según publicaciones del sector, los abogados de Disney exigieron a Google que dejara de utilizar las apariencias de los héroes del estudio en sistemas de inteligencia artificial. El nuevo contrato con OpenAI tiene por objetivo trasladar el trabajo con personajes a un ámbito contractual y gestionado.

El director ejecutivo de Disney, Bob Iger, presentó la colaboración como una manera de unir las historias reconocibles de la compañía con las posibilidades de la IA generativa y ampliar los formatos narrativos, al mismo tiempo que se protege a los autores y sus obras. El director de OpenAI, Sam Altman, por su parte, presenta el acuerdo como un ejemplo de que las empresas tecnológicas y la industria del entretenimiento pueden construir una colaboración más responsable, en la que la innovación se combine con el respeto por el trabajo creativo y las leyes de derechos de autor.

Disney no se limitará a licenciar personajes para Sora y será un gran cliente de OpenAI. La compañía planea usar las interfaces de programación de OpenAI para crear nuevos productos digitales y herramientas internas, además de desplegar ChatGPT para empleados. Un bloque separado de videos de usuarios creados en Sora aparecerá en el catálogo del servicio Disney+, lo que reforzará la integración del video generativo en el ecosistema del grupo mediático.

El acuerdo demuestra cómo un gran estudio y un desarrollador de IA intentan fijar nuevas reglas del juego en un momento en que guionistas, actores, artistas de efectos visuales y otros participantes del mercado se oponen a la sustitución del trabajo humano por algoritmos y al uso de la apariencia y las imágenes sin consentimiento. En ese contexto, el acuerdo entre Disney y OpenAI se convierte en una prueba de si es posible conciliar el interés comercial derivado de la adopción de la IA con garantías reales para los creadores de contenido.

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