Años de experiencia en la darknet no bastaron para que el delincuente se ocultara de los agentes del FBI.

Las autoridades estadounidenses, junto con las fuerzas del orden de Alemania y Finlandia, llevaron a cabo una operación para bloquear una plataforma de criptomonedas que los ciberdelincuentes utilizaban para blanquear dinero obtenido mediante ataques de ransomware. Se trata del servicio E-Note, que, según el Departamento de Justicia de EE. UU., prestaba activamente servicios a grupos criminales transnacionales que hackeaban hospitales y infraestructuras críticas.
Según el organismo, desde 2017 por el servicio se realizaron operaciones por un valor superior a 70 millones de dólares relacionadas con el software de extorsión. El dinero de las víctimas de los ataques pasaba por los canales de pago anónimos de E-Note y se distribuía a través de una red de testaferros para ocultar su origen. Se sospecha que la plataforma se utilizó no solo para transferir los fondos robados sino también para crear un esquema duradero de blanqueo.
En el marco de la operación se incautaron servidores, aplicaciones móviles y tres sitios web que daban soporte a E-Note. Las autoridades también accedieron a bases de datos de usuarios y a archivos de transacciones. El comunicado oficial subraya que el bloqueo de la infraestructura digital fue un paso importante en la lucha contra los flujos financieros ilegales que respaldan la actividad de los extorsionadores.
Al mismo tiempo, en la corte del Distrito Este del estado de Míchigan se presentó una acusación contra el hombre de 39 años Mikhail Petrovich Chudnovets, quien, según los investigadores, estuvo al frente de la gestión de E-Note. Se le imputa blanqueo de capitales, delito que podría acarrearle hasta 20 años de prisión. Los documentos del caso indican que estuvo vinculado a actividades similares desde 2010, mucho antes del lanzamiento de la plataforma.
En la investigación participaron agentes de la policía del estado de Míchigan, así como representantes de la policía criminal de Alemania y de la Oficina Nacional de Investigación de Finlandia. Las acciones conjuntas de las fuerzas del orden permitieron interrumpir la logística de la economía digital en la sombra que respaldaba las campañas de extorsión.