Cinco empresas se han convertido en dueñas de Internet — los defensores de los derechos humanos claman: es hora de poner a Google, Apple y Meta en su lugar

Cinco empresas se han convertido en dueñas de Internet — los defensores de los derechos humanos claman: es hora de poner a Google, Apple y Meta en su lugar

Amnistía Internacional pide romper relaciones con las grandes tecnológicas y obligar a los estados a actuar.

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Amnistía Internacional lanzó un nuevo informe titulado Romper con las grandes tecnológicas, en el que insta a los Estados a limitar la influencia de las mayores corporaciones tecnológicas para proteger los derechos humanos. Se trata de la llamada gran quinta — Alphabet (Google), Meta*, Microsoft, Amazon y Apple. Estas empresas controlan ámbitos clave de la vida digital: desde los motores de búsqueda y las redes sociales hasta los servicios en la nube y las tiendas de aplicaciones. Amnesty afirma que el monopolio de facto amenaza el derecho a la privacidad, la no discriminación, la libertad de expresión y el acceso a la información.

El documento examina en detalle cómo estas corporaciones construyeron su poder, de qué manera lo mantienen y cómo intentan afianzar su posición en un nuevo terreno — en el ámbito de la inteligencia artificial. Hanna Story, experta de Amnesty en tecnologías y derechos humanos, señaló que varios actores privados se han convertido de hecho en propietarios digitales que establecen las reglas de interacción en la red. Según ella, la concentración de poder en manos de un reducido grupo de empresas amenaza no solo la competencia justa, sino también los derechos humanos, y las consecuencias de ese desequilibrio a menudo se manifiestan en la vida real. Amnesty recuerda que sus propias investigaciones han puesto de manifiesto el papel de Facebook* en conflictos étnicos en Etiopía y Myanmar.

En muchos países el uso de los servicios de estas plataformas se ha vuelto tan generalizado que sin ellos es prácticamente imposible participar plenamente en la vida pública. Esto otorga a las empresas un poder colosal para formar el discurso público y el control de los flujos de información. Amnesty subraya que los casos documentados de eliminación selectiva de contenidos, algoritmos sesgados y moderación contradictoria muestran claramente a qué conduce el dominio de un círculo limitado de corporaciones en el espacio digital.

Bajo el derecho internacional en materia de derechos humanos, los Estados están obligados a proteger a sus ciudadanos, también mediante la regulación y el control del poder corporativo. Amnesty publica por primera vez un informe de este tipo en el que señala de forma directa la necesidad de una intervención urgente para contener la influencia de las grandes tecnológicas. Los autores enviaron sus conclusiones a Meta, Google, Amazon, Microsoft y Apple el 12 de agosto. Solo Meta y Microsoft respondieron; Google, Amazon y Apple no habían reaccionado al momento de la publicación del informe.

La organización apoya los esfuerzos de reguladores e iniciativas ciudadanas en todo el mundo, proponiendo considerar la legislación antimonopolio y las leyes de competencia como instrumentos para la protección de los derechos humanos. Según la organización, es necesario investigar las prácticas anticompetitivas de las mayores empresas y su impacto en los derechos, bloquear fusiones y adquisiciones que puedan dañar a la sociedad y, en caso de perjuicio probado, dividir las corporaciones. Se debe prestar especial atención al sector emergente de la inteligencia artificial generativa para prevenir posibles abusos en una fase temprana.

Evidentemente, solo acciones decididas por parte de los Estados pueden impedir que el espacio digital se convierta en un oligopolio donde las reglas las dicta un reducido grupo de corporaciones globales.

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