Un solo número de teléfono puso en vilo a toda la ciudad y movilizó a los servicios de seguridad.
Según documentos desclasificados, la Oficina de Inmigración y Aduanas de EE. UU. (ICE) utilizó el llamado Stingray —un dispositivo que imita el funcionamiento de una estación base de telefonía móvil. Al conectarse a ese transmisor «falso», el teléfono revela su ubicación. El problema es que, junto con el objetivo, entran en la zona de cobertura abonados ordinarios, cuyos datos también pueden ser interceptados.
La operación se desarrolló en la ciudad de Orem (estado de Utah), donde buscaban a un hombre a quien en 2023 se le había ordenado abandonar EE. UU. Según la investigación, escapó de una prisión venezolana donde cumplía condena por asesinato y presuntamente está vinculado a la actividad de bandas locales. Al principio, las autoridades solicitaron al tribunal autorización para determinar coordenadas a partir del número de teléfono. La información obtenida resultó demasiado imprecisa: el radio de cobertura era de alrededor de treinta manzanas. Entonces la agencia pidió una orden para usar un simulador de estación base con el fin de calcular la dirección exacta. Los documentos confirman que la autorización fue emitida a finales de agosto; sin embargo, todavía se desconoce si lograron encontrar al fugitivo.
El caso mostró que ICE sigue empleando tecnologías controvertidas, pese a la presión de organizaciones de derechos humanos que ya criticaban la práctica durante la administración anterior. En 2025 se informó sobre «anomalías de red» durante una protesta contra las redadas del servicio migratorio en el estado de Washington que, según especialistas, indicaban un posible despliegue de Stingray.
Los informes financieros también indican una expansión del arsenal. En mayo ICE adquirió conjuntos móviles para la intercepción de señales por casi un millón de dólares. El contrato se firmó en 2024 bajo la administración en funciones y prevé el uso de vehículos especializados con equipos para el seguimiento encubierto. Además, la agencia mantiene un acuerdo vigente con Harris Corporation, el desarrollador original de Stingray, por hasta 4,4 millones de dólares. En el marco de este acuerdo se suministra equipamiento destinado a determinar la ubicación de dispositivos móviles concretos.