«Con un tanque no derribas un sitio web»: los hackers ahora luchan codo a codo con los soldados

Los Países Bajos crean una nueva unidad en la que hackers militares trabajarán codo a codo con soldados en el frente. Se trata del 101.º batallón CEMA (Actividades Cibernéticas y Electromagnéticas), formado oficialmente en Stroe. Según informa De Telegraaf, en su composición se han reunido compañías especializadas en guerra electrónica y operaciones cibernéticas.

Las tareas principales son la supresión de señales de radio enemigas y el rastreo del adversario por sus emisiones.

Durante los ejercicios, los militares practicaron el hackeo de cámaras web, timbres electrónicos y aspiradoras robotizadas para obtener datos sobre edificios donde se retenían rehenes que debían ser liberados por fuerzas especiales.

El comandante del batallón, el teniente coronel Peter Maseling, señaló que el desarrollo del área se vio frenado por la falta de presupuesto: «Podríamos tener más si los medios lo permitieran. Afortunadamente, solo se ha visto afectada la cantidad, y la calidad sigue siendo de nivel mundial. Vamos a la vanguardia», informa De Telegraaf.

Ahora se han eliminado las limitaciones financieras. En el batallón sirven alrededor de 20 hackers, pero próximamente se planea aumentar su número a 50 dentro de una fuerza total de 250 personas. En un plazo de cinco años se invertirán millones de euros en el desarrollo del ámbito cibernético y de guerra electrónica.

El objetivo estratégico es crear tres batallones de este tipo, de modo que cada brigada disponga de sus propios especialistas.

«Con un tanque no desconectas un sitio web», dijo Maseling, subrayando que en una sociedad tecnológica las capacidades cibernéticas se vuelven clave para mantener la superioridad en el campo de batalla.

Los hackers para el ejército no son novedad: desde 2014 existe el Cyber Commando. Pero a diferencia de este, que opera desde cuarteles en los Países Bajos y desactiva o manipula por sí mismo sistemas del enemigo, el 101.º batallón CEMA apoya directamente a las unidades combatientes.

La mayoría de sus integrantes son militares capaces de trabajar en el frente. Sin embargo, la unidad también da cabida a especialistas que no cumplen los estándares físicos del ejército pero que poseen valiosas habilidades digitales.