1.500 millones hechos polvo. Sigan creyendo en el anonimato de la blockchain.

El Ministerio de Defensa de Israel anunció la mayor operación de bloqueo de activos criptográficos vinculados a Irán. El organismo ordenó congelar 187 billeteras digitales que, según la entidad, pertenecen al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). La Oficina Nacional para la Lucha contra la Financiación del Terrorismo explicó en un documento oficial que llegó a la conclusión de que estas direcciones pertenecen al CGRI y se utilizaron para organizar graves actos terroristas.

El CGRI está reconocido como una organización terrorista en EE. UU., la Unión Europea e Israel. Según datos de Elliptic, el volumen total de transacciones a través de las mencionadas billeteras alcanzó 1.500 millones de dólares en el stablecoin Tether (USDT). Sin embargo, ahora en ellas se almacenan solo alrededor de 1,5 millones. Elliptic no puede confirmar la pertenencia directa de todas las direcciones al CGRI. Los especialistas precisaron que algunas billeteras pueden pertenecer a la infraestructura de servicios de criptomonedas que procesan transacciones para numerosos clientes.

Por el momento no se sabe de qué manera se vincularon las billeteras con el CGRI. No obstante, el centro de investigación iraní Miaan Group admitió que la información sobre las billeteras pudo haber sido obtenida mediante un hackeo de la infraestructura iraní. Se subraya que desde hace tiempo circulan especulaciones sobre el uso de criptomonedas por parte de las fuerzas armadas iraníes para eludir sanciones. Según el centro, a menudo no se trata de cuentas directas del CGRI, sino de casas de cambio y empresas financieras que formalmente parecen estructuras privadas, pero que en la práctica están vinculadas con las autoridades.

El caso no es el primero en la práctica de las fuerzas israelíes o de sus aliados. En junio, el grupo de hackers Predatory Sparrow, vinculado, según se supone, a los servicios secretos israelíes, atacó la mayor bolsa de criptomonedas iraní Nobitex. Como resultado del ataque, los atacantes sustrajeron alrededor de 90 millones de dólares y luego destruyeron esos fondos, enviándolos a direcciones inaccesibles. Los especialistas ya señalaban antes del ataque que Nobitex era utilizada activamente por el CGRI para operaciones financieras.