Fin de la «era dorada» del sector tecnológico: por qué un título ya no garantiza empleo y qué hacer para no quedarse fuera del mercado labora

En el mercado laboral del sector de tecnologías de la información aumentan tendencias preocupantes. cada vez más graduados de carreras informáticas se enfrentan a la situación de no poder encontrar empleo ni siquiera por un salario mínimo.

Antes, un título en ciencias de la computación se consideraba una puerta de entrada a una carrera bien remunerada con perspectiva de rápido ascenso. Pero los despidos masivos en las mayores empresas tecnológicas, así como la introducción de nuevas herramientas que permiten prescindir de conocimientos técnicos profundos, cambiaron radicalmente las reglas del juego.

Los relatos de jóvenes profesionales suenan desmoralizadores. Un graduado de la Universidad de Oregón contó que en dos años envió alrededor de seis mil currículums y pasó trece entrevistas, pero no recibió ninguna oferta. Incluso en una cadena de comida rápida su candidatura fue rechazada por la falta de «experiencia necesaria».

Según el servicio Layoffs.fyi, solo el año pasado perdieron su empleo más de 150 000 personas en el sector tecnológico. En 2025 continúan decenas de miles de despidos.

Ante este panorama, muchos estudiantes y jóvenes profesionales empiezan a dudar si la elección de la carrera fue justificada. Según encuestas, un tercio de los graduados considera que la formación fue un gasto inútil, y la mitad de los integrantes de la generación Z se arrepiente de la especialidad elegida.

Sin embargo, los expertos señalan que la demanda de especialistas no desaparecerá por completo. En los próximos años habrá demanda de expertos en ciberseguridad, tecnologías en la nube y análisis de datos. Además, el mercado cada vez valora no solo el título, sino las habilidades reales respaldadas por cursos, prácticas y proyectos prácticos.

Mientras los graduados se preguntan si ha terminado la era de los salarios de seis cifras en tecnologías de la información, el mercado laboral se está reconfigurando — y las nuevas reglas exigen a los especialistas mucha más flexibilidad y disposición a aprender durante toda la vida.