El escudo magnético de la Tierra se resquebraja sobre el Atlántico Sur: la zona de debilitamiento del campo magnético ya alcanza la mitad de Europa

El escudo magnético de la Tierra se resquebraja sobre el Atlántico Sur: la zona de debilitamiento del campo magnético ya alcanza la mitad de Europa

La anomalía magnética aumenta, los polos se desplazan y los satélites Swarm actualizan los modelos

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Los satélites Swarm de la Agencia Espacial Europea registraron una expansión notable del área de campo magnético debilitado sobre el Atlántico Sur. Entre 2014 y 2025 su superficie aumentó en casi la mitad del tamaño de Europa continental. Estas observaciones muestran que el campo geomagnético sigue cambiando de manera desigual: en unas regiones se debilita, en otras se fortalece.

La magnetosfera protege a la Tierra de los flujos de partículas cargadas y de la radiación cósmica. Desvía el viento solar y frena la penetración de partículas ionizadas. La fuente del campo se encuentra a unos 3000 kilómetros de profundidad, en el núcleo externo líquido del planeta. Allí se desplazan continuamente masas de hierro fundido, generando corrientes eléctricas que forman el campo magnético. Este mecanismo se conoce como geodinamo. Sin embargo, el campo se comporta de forma mucho más compleja que un dipolo ideal: lo afectan los flujos turbulentos en el núcleo, que provocan fluctuaciones y reconfiguraciones locales.

La misión Swarm forma parte del programa FutureEO y emplea tres satélites idénticos capaces de captar señales magnéticas procedentes de diferentes capas geofísicas —desde el núcleo y el manto hasta la corteza, los océanos y la ionosfera. Gracias a esos datos, los investigadores rastrean cómo cambia el campo a lo largo del tiempo y en distintos puntos del planeta, y también determinan qué procesos subyacen a su debilitamiento.

La anomalía del Atlántico Sur se registró por primera vez en el siglo XIX al sureste de Sudamérica. Ahora el estudio de esta zona es especialmente importante, porque al sobrevolarla los satélites se encuentran con un flujo de partículas más denso. Esto aumenta el riesgo de fallos en los sistemas, acelera el desgaste de la electrónica y puede provocar desconexiones temporales de instrumentos en órbita.

Según los nuevos datos, desde 2020 la parte occidental de la anomalía —la zona al suroeste de África— comenzó a debilitarse de forma especialmente rápida. Como señala el profesor de geomagnetismo Chris Finlay de la Universidad Técnica de Dinamarca, el campo magnético en las regiones de África y Sudamérica cambia de manera distinta, lo que indica una estructura compleja y heterogénea de esta anomalía.

Todo esto está relacionado con la aparición de flujos inversos en la frontera entre el núcleo líquido y el manto sólido. Por lo general, las líneas de fuerza en el hemisferio sur emergen desde el núcleo hacia el exterior, pero en la zona de la anomalía se encuentran tramos donde están dirigidas a la inversa —hacia el interior de la Tierra. Uno de esos flujos, según las observaciones de Swarm, se desplaza gradualmente hacia el oeste sobre el continente africano, intensificando el debilitamiento del campo en esa parte de la región.

Swarm permitió elaborar la cronología satelital de observaciones geomagnéticas más larga de la historia —abarca 11 años. Estos datos sirvieron de base para nuevos modelos del campo magnético del núcleo, que ya se aplican en sistemas de navegación, en la predicción del clima espacial y en estudios sobre la interacción de las capas internas del planeta con la atmósfera.

Los datos de Swarm también confirman que en el hemisferio norte el campo cambia de forma desigual. Desde 2013 su intensidad sobre Canadá ha disminuido, y la zona de máximo se ha reducido en un 0,65% de la superficie de la Tierra —aproximadamente la extensión de India. Al mismo tiempo, sobre Siberia la intensidad ha aumentado y la región de gran intensidad se ha ampliado en un 0,42% —equivalente a Groenlandia. Estos desplazamientos están relacionados con el movimiento del polo magnético norte hacia Rusia, lo que influye directamente en las cartas magnéticas y exige un recálculo periódico de los modelos.

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