Nuevo estudio confirma que ahora los resultados son reproducibles.

Google anunció la primera ejecución verificable en la historia de un algoritmo cuántico, que no solo superó a los superordenadores clásicos más potentes, sino que también abrió el camino a aplicaciones prácticas de la computación cuántica. El nuevo algoritmo llamado Quantum Echoes (Ecos cuánticos) se ejecuta en el chip Willow, ofreciendo una velocidad de cálculo 13 000 veces superior a los mejores métodos tradicionales. El estudio fue publicado en la revista Nature y se describe en detalle en el blog Google Research.
Se trata del primer caso en que una computadora cuántica ejecutó un algoritmo verificable —es decir, el resultado puede reproducirse en otra instalación de nivel similar, confirmando la fiabilidad de los cálculos. Esa "ventaja cuántica verificable" se considera un paso clave para el uso práctico de las máquinas cuánticas.
Por analogía con la ecolocación, Quantum Echoes "envía" una señal al sistema de qubits, luego perturba el estado de uno de ellos y ejecuta el proceso en sentido inverso, "escuchando" el eco reflejado. Gracias a la interferencia constructiva, la señal se amplifica, lo que hace que las mediciones sean excepcionalmente sensibles.
El experimento se realizó en un chip Willow de 105 qubits, desarrollado por Google Quantum AI. Su alta precisión fue posible gracias a la minimización de errores y a la alta velocidad de las operaciones, que antes se consideraban la principal barrera para la verificación cuántica.
Los autores explican que Quantum Echoes puede estudiar la estructura de sistemas naturales complejos —desde imanes y moléculas hasta agujeros negros. En un experimento separado, descrito en la preimpresión Quantum computation of molecular geometry via many-body nuclear spin echoes, los científicos utilizaron el método como una "regla molecular" para medir la geometría de compuestos a partir de datos de resonancia magnética nuclear (RMN).
En colaboración con la Universidad de California en Berkeley, Google aplicó Quantum Echoes para analizar dos moléculas —de 15 y 28 átomos. Los resultados de los cálculos cuánticos coincidieron con las mediciones de RMN tradicionales, pero además permitieron obtener datos adicionales sobre la estructura de las sustancias.
Según el investigador de UC Berkeley Ashok Ajoy, los métodos cuánticos pueden ampliar significativamente las capacidades de la espectroscopía de RMN, herramienta clave en el desarrollo de fármacos y en la creación de nuevos materiales.
La compañía subraya que esto no es solo una demostración científica, sino un prototipo real de aplicación cuántica, capaz de modelar las interacciones atómicas y la forma de las moléculas —tareas directamente relacionadas con la medicina, la biotecnología, la energía solar y la fusión nuclear.
En la siguiente fase, Google Quantum AI planea avanzar al tercer hito de la hoja de ruta: la creación de un qubit lógico duradero. Esto debería acercar la llegada de ordenadores cuánticos completos, con corrección de errores, preparados para resolver problemas del mundo real.