Ruido, facturas y choque con el medio ambiente: cómo 200 centros de datos de Amazon convirtieron a un tranquilo condado en un infierno tecnológico

Ruido, facturas y choque con el medio ambiente: cómo 200 centros de datos de Amazon convirtieron a un tranquilo condado en un infierno tecnológico

Los residentes de Loudoun compraron casas más apartadas para alejarse de la civilización, pero los centros de datos los alcanzaron incluso allí.

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El zumbido constante de los servidores y los edificios industriales grises — así se ha vuelto el condado de Loudoun en el estado estadounidense de Virginia. Es la verdadera capital de centros de datos. Aquí hay casi 200 — más que en cualquier otro lugar del mundo. Estos centros ocupan 45 millones de metros cuadrados. Y aunque eso representa solo el 3% del territorio del condado, aportan el 40% del presupuesto.

Amazon mantiene aquí numerosas granjas de servidores. Recientemente fue aquí donde se produjo una interrupción que afectó a muchos servicios financieros y redes sociales en todo el mundo. Loudoun fue elegido por varias razones: tierra barata, buena conectividad y proximidad a la capital de EE. UU. Antes operaba aquí el gigante de internet AOL, y tras su salida muchos especialistas en TI decidieron quedarse en la región. Así fue creciendo poco a poco toda esta industria.

Los locales están descontentos. Emily Kasabyan compró una casa en una zona alejada precisamente para evitar la cercanía de los centros de datos. Pero poco después colocaron junto a su casa un cartel anunciando la construcción de un nuevo centro. Los residentes se quejan de varios problemas: edificios de hasta 10.000 metros cuadrados cambian por completo las calles; el zumbido constante de los servidores dificulta el sueño — ahuyenta a las aves y a los animales. Los sonidos naturales han desaparecido y en su lugar hay un ruido tecnológico permanente; las facturas de electricidad también aumentan. Según Bloomberg, en cinco años el precio de la electricidad cerca de los grandes centros de datos casi se ha triplicado.

Las autoridades federales y regionales, mientras tanto, no ven un problema: según ellas, el rápido desarrollo de los centros de datos es necesario para mantener el liderazgo en inteligencia artificial y en tecnologías. El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, incluso derogó una ley que endurecía las normas para la industria de centros de datos.

La Coalición de Centros de Datos y otras empresas reconocen que el gobierno debe entablar un diálogo con la comunidad. Pero las autoridades no quieren un mayor control. Consideran que los centros de datos son la base de la economía del siglo XXI. En EE. UU. operan más de 1.100 centros de datos, y otros aproximadamente 400 están en construcción ahora mismo.

Barbara Day y otros activistas piden a las autoridades que se detengan y reflexionen. La infraestructura crece más rápido de lo que la gente puede comprender su impacto. Los residentes exigen prohibiciones temporales de construcción y la revisión de los planes urbanísticos. Pero muchos deben elegir: o trasladarse o convivir con la vecindad de un gigante tecnológico que ha transformado todo el entorno.

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