El ensamblaje de la nave "Menzhou" está casi terminado; las primeras pruebas de vuelo, en breve.

China confirmó sus planes para una expedición tripulada a la Luna antes del final de la década y reveló los pasos concretos de la preparación. En los próximos meses, los ingenieros deberán ensamblar el módulo de aterrizaje «Lanyue», probar la protección térmica y el sistema de rescate de emergencia de la nave «Menzhou», así como realizar una serie de lanzamientos de prueba del nuevo cohete «Changzheng-10». Así lo comunicó la Administración china de vuelos espaciales tripulados (CMSA).
Como precisó el representante de la CMSA, Zhang Jingbo, la nave «Menzhou-1», desarrollada principalmente para vuelos a la Luna, también se empleará en misiones a la estación orbital. El primer lanzamiento está entre los eventos para los que ahora se están recopilando opciones de diseño de los emblemas oficiales del programa.
Los elementos principales de la expedición ya existen en forma de prototipos completos. Están preparadas las primeras versiones del lanzador «Changzheng-10», la nave «Menzhou», la plataforma lunar «Lanyue», el traje «Wanyu» y el rover tripulado «Tansuo». También se ha completado el desarrollo del equipo científico que viajará con los astronautas.
Paralelamente se está preparando activamente la infraestructura terrestre. Se acondiciona la plataforma de lanzamiento, se actualiza el sistema de telemetría y se crea la zona de aterrizaje para la tripulación que regresa. Todos los procesos se sincronizan para que el inicio del programa no se retrase.
Desde principios de año se han realizado una serie de pruebas clave. El cohete pasó una prueba de encendido del motor de la segunda etapa, en la «Menzhou» se probó el sistema de rescate de emergencia. Para el módulo «Lanyue» se simuló el aterrizaje y el despegue de regreso —con una imitación completa de una misión lunar.
Al mismo tiempo, según Zhang, algunos sistemas clave todavía requieren ajustes finales. Esto afecta, en primer lugar, al control, a los algoritmos de aterrizaje y a los sistemas de soporte vital. Queda poco tiempo antes del despegue y los requisitos de seguridad son extremadamente exigentes —todo ello hace que la etapa más próxima de trabajo sea especialmente intensa.
A pesar del calendario apretado, el equipo confía en el éxito. Los ingenieros están preparados para eliminar todos los riesgos técnicos y asegurar una base sólida para la expedición lunar. El proyecto avanza conforme a los plazos previstos, y China no piensa desviarse de su objetivo.