Prohibieron el porno; todos se volcaron a las VPN.

Cientos de millones de usuarios de teléfonos inteligentes se han encontrado con el bloqueo de sitios pornográficos y la exigencia de confirmar la edad. En el Reino Unido funciona una verificación obligatoria de identidad en sitios para adultos, y en Estados Unidos estados individuales están aprobando leyes similares. En respuesta a esto, la instalación de VPN ha crecido de forma explosiva: servicios que permiten ocultar la ubicación real y eludir las restricciones.
Como señala BBC, tras la entrada en vigor del Online Safety Act británico las inscripciones en Proton VPN aumentaron más de un 1400%, y NordVPN registró un crecimiento de suscripciones del 1000%. Según TechRadar, en el primer semestre de 2025 se realizaron 10,7 millones de descargas de aplicaciones de VPN en el Reino Unido.
Ahora las autoridades británicas están debatiendo la posibilidad de prohibir por completo las VPN. Iniciativas similares han surgido también en Estados Unidos — en particular, en Wisconsin se ha propuesto un proyecto de ley que haría ilegal el acceso a «contenido para adultos» a través de una VPN. Proyectos análogos se estudian en Michigan, donde representantes de Proton han criticado tales medidas.
Según expertos, estas restricciones amenazan la libertad de internet. Las VPN siguen siendo una herramienta vital en países con censura, pues permiten a las personas leer noticias y usar redes sociales y servicios de mensajería.
Mientras tanto, Google publicó una nueva advertencia, señalando que los estafadores disfrazan aplicaciones maliciosas como VPN legítimas. La compañía aconseja descargar estos servicios solo desde fuentes oficiales y prestar atención a los permisos: la VPN no debe requerir acceso a los contactos ni a la correspondencia privada.
Según Google, las aplicaciones maliciosas pueden distribuir software espía y robar contraseñas, datos bancarios y monederos de criptomonedas. La compañía recordó que descargar VPN gratuitas o dudosas aumenta el riesgo de infección de los dispositivos y de fugas de datos.
Los expertos advierten: si los gobiernos optan por prohibir las VPN, los usuarios se verán obligados a buscar versiones ilegales, lo que creará un «paraíso para los hackers» y hará imposible seguir las recomendaciones de Google.