Los creadores del proyecto eliminaron sin miramientos los protocolos de carga obsoletos que la industria usó durante décadas.

Un nuevo ciclo de actualizaciones en el ecosistema de distribuciones Linux cerró el año con un acontecimiento notable — Alpine Linux 3.23 fue uno de los primeros sistemas en incluir el núcleo 6.18 con soporte a largo plazo. Para un proyecto orientado al minimalismo y la velocidad, la adopción temprana de una rama LTS reciente fue una continuación lógica de la política de introducir cambios tecnológicos puntuales y bien planificados.
El lanzamiento de Alpine 3.23 se acompaña de la migración a un conjunto actualizado de herramientas para la gestión de paquetes. Tras años de desarrollo, en la distribución apareció la rama APK 3.0.0, que eliminó los mecanismos obsoletos de descarga por FTP. Al mismo tiempo, los desarrolladores prefieren no cambiar el formato de los archivos de índice, manteniendo un enfoque conocido y estable que reduce el riesgo de fallos durante las actualizaciones.
De forma simultánea se han actualizado componentes clave del entorno de usuario. En los repositorios están disponibles GCC 15 y LLVM 21, nuevas versiones de FFmpeg y las ediciones actuales de GNOME, KDE Plasma, Sway y LXQt. A pesar de que GNOME 49 introduce dependencias más complejas, Alpine utiliza su propia combinación de componentes para evitar los requisitos de systemd. También cambia la herramienta del sistema: la aparición de IfState 2 viene acompañada de un nuevo esquema de configuración.
El proyecto sigue ofreciendo diferentes variantes de instalación. El modo en vivo sigue siendo el más rápido, cargando el sistema en la memoria RAM, mientras que el modo portátil permite conservar los datos de trabajo en el medio de almacenamiento sin sacrificar la velocidad de arranque. También se mantiene la instalación clásica en disco. En portátiles antiguos, la actualización desde la versión anterior tarda solo unos minutos, lo que subraya el énfasis de los desarrolladores en la previsibilidad y la facilidad de mantenimiento. En Raspberry Pi aún existe una limitación: las herramientas oficiales para la configuración del hardware son incompatibles con el entorno basado en musl libc de Alpine.
El nuevo lanzamiento encaja en la tendencia de larga data del proyecto de mantener un alto rendimiento sin exigir compilar el sistema manualmente a partir de componentes aislados. El tamaño del entorno instalado sigue siendo mínimo y el consumo de memoria RAM en una máquina virtual con Xfce no supera unos pocos cientos de megabytes. Este enfoque hace que Alpine sea atractivo no solo para soluciones en contenedores y servidores pequeños, sino también para quienes buscan un escritorio lo más compacto posible sin la sobrecarga de servicios en segundo plano.