Así puede un ajuste aparentemente inocuo destruir la confianza entre el jefe y su equipo.

La nueva función de Microsoft Teams, relacionada con la determinación automática del lugar de trabajo por la señal de la red Wi‑Fi corporativa, provoca acalorados debates mucho antes de su lanzamiento. La empresa presenta la idea como una comodidad para las comunicaciones internas, pero los especialistas en organización laboral y protección de datos señalan que tal automatización puede aumentar la ansiedad en los equipos y crear riesgo de control innecesario.
En la hoja de ruta actualizada de Microsoft 365 se indica que Teams podrá cambiar automáticamente el estado de ubicación de trabajo si el dispositivo está conectado a la red corporativa. Microsoft asegura que la idea facilita la coordinación de reuniones y ayuda a saber quién está en la oficina y quién trabaja de forma remota. La función estará disponible para los usuarios de Teams en Windows y macOS y se activa solo manualmente; además, cada persona podrá decidir si comparte los datos con los colegas. Inicialmente el lanzamiento estaba previsto para diciembre de 2025, pero fue aplazado a febrero de 2026. Paralelamente, la empresa desarrolla funciones adicionales, como el guardado de mensajes y la configuración flexible de combinaciones de teclas.
A pesar de que la actualización se presenta como una herramienta de conveniencia, representantes del sector tecnológico advierten que la determinación automática del punto de trabajo por Wi‑Fi puede generar la sensación de un control encubierto. El director de Betterworks, Dag Dennerline, subraya que la idea de vigilar los desplazamientos del personal tras el endurecimiento de los requisitos de oficina contradice los factores reales que influyen en la productividad. Según él, la confianza, la autonomía y la flexibilidad se han convertido en condiciones clave para retener talento, y los intentos de vigilancia provocan la salida de especialistas y empeoran el ambiente laboral.
Ingenieros encargados de la infraestructura corporativa expresan preocupaciones similares. Un representante de Cisco, Nik Keil, señala que incluso señales sencillas sobre la ubicación se convierten en un conjunto significativo de datos capaz de revelar hábitos laborales y la naturaleza de las interacciones dentro del equipo. Según él, ese nivel de detalle beneficia más a los gestores que a los propios empleados, ya que ayuda a analizar la ocupación de los espacios y planificar la presencia. Sin embargo, sin reglas claras de uso, esa información genera incertidumbre: no queda claro quién podrá acceder a ella ni cuánto tiempo se conservará.
Se plantea además la cuestión del impacto de herramientas de este tipo en el estado psicológico de los trabajadores. Observaciones científicas de 2024 indican que la percepción de vigilancia está directamente relacionada con un aumento del estrés y una disminución de la satisfacción laboral. Los informes subrayan que la presión, la pérdida de autonomía y las vulneraciones de la privacidad se convierten en factores de estrés adicionales.
El abogado y especialista en bienestar corporativo Don M. Hunter considera que las empresas deben explicar de forma transparente qué se registra exactamente, cómo y con qué finalidad se procesan los datos. Ese tipo de funciones suelen beneficiar más al empleador que al empleado y no son necesarias para la colaboración, ya que las herramientas colectivas han funcionado con éxito durante muchos años sin vincularse a la ubicación exacta.