Tu navegador ocupa más espacio que todo este sistema operativo: llega Tiny Core Linux 16.2

Tu navegador ocupa más espacio que todo este sistema operativo: llega Tiny Core Linux 16.2

Ahora queda claro que incluso el núcleo actual de Linux cabe en un espacio reducido.

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La nueva versión de Tiny Core Linux demuestra hasta qué punto puede llegar la idea del minimalismo en los sistemas de escritorio. El proyecto sigue desarrollándose sin desviarse de su concepto y sigue siendo un ejemplo de lo compacta que puede ser un entorno de trabajo completo incluso para 2025.

La reciente compilación Tiny Core Linux 16.2, publicada a finales de septiembre, ocupa alrededor de 23 MB en la variante estándar con interfaz gráfica. No es un archivo de instalación que se despliega en gigabytes, sino un sistema de arranque completo que funciona sin conexión a Internet. La versión sin interfaz gráfica cabe en 17 MB. Ese volumen se logra gracias a la inmutable filosofía del proyecto, basada en un mínimo estricto y la ampliación modular: el entorno básico se carga en la memoria RAM, y las funcionalidades adicionales se conectan como componentes autónomos.

A pesar de su tamaño, Tiny Core Linux soporta núcleos modernos hasta la rama 6.12, bibliotecas y hardware actuales, y además cuenta con su propio repositorio de complementos. En la compilación estándar solo están presentes el núcleo, el conjunto de utilidades BusyBox y la base gráfica ligera FLTK/FLWM. Todo lo demás —desde el navegador hasta el multimedia y los controladores avanzados— se añade manualmente. Ese enfoque ofrece flexibilidad, pero exige un manejo seguro de las herramientas de Linux y comprensión de la estructura del sistema.

Frente a otros proyectos minimalistas, Tiny Core resulta especialmente radical. SliTaz ocupa más espacio, pero ofrece más posibilidades inmediatamente después del arranque. Slax está orientado al trabajo con unidades USB y garantiza mejor compatibilidad con el software más extendido. Tiny Core, en cambio, deja deliberadamente solo la base, permitiendo a los usuarios formar el sistema según sus necesidades.

El contraste histórico solo subraya los logros del proyecto: en su momento, sistemas operativos enteros cabían en varios disquetes y funcionaban en máquinas con un megabyte de memoria RAM. Sin embargo, el soporte de hardware moderno y las pilas de software actuales exigen más, por lo que mantener Tiny Core dentro de esos límites resulta especialmente impresionante.

El tamaño reducido y el funcionamiento desde la memoria RAM hacen que la distribución sea conveniente para restaurar equipos antiguos, crear soluciones embebidas, entornos rápidos para diagnóstico o experimentos. Con la experiencia suficiente, permite ensamblar prácticamente cualquier variante de trabajo de Linux en hardware antiguo o con recursos limitados. Sin embargo, para quienes se inician en Linux, es mejor optar por una distribución más amigable.

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