El ucraniano Artem Strizhak descubrió demasiado tarde el verdadero precio del éxito en la darknet.

En EE. UU. fue declarado culpable un ciudadano ucraniano implicado en una serie de ataques que emplearon ransomware. Se trata de cibercrímenes que afectaron a empresas de varios países, incluidos Estados Unidos, Canadá y Australia. Los daños ocasionados por los atacantes se cuentan en millones de dólares.
Artem Aleksandrovich Strizhak, ciudadano ucraniano de 35 años, fue detenido en Barcelona en 2024 y extraditado a Estados Unidos en la primavera. Se declaró culpable de un cargo de conspiración para cometer fraude informático. El proceso judicial se lleva a cabo en el Distrito Este de Nueva York, donde ya se ha fijado la fecha de la sentencia: mayo de 2026. A Strizhak se le pueden imponer hasta diez años de prisión.
Según la acusación, Strizhak se unió a la actividad cibercriminal a mediados de 2021. Entonces obtuvo acceso a un software malicioso conocido como Nefilim y aceptó entregar a sus desarrolladores una parte de los fondos recibidos por los rescates. Los miembros del grupo escogían como objetivos grandes empresas con ingresos anuales superiores a 100 millones de dólares. Sus acciones causaron no solo pérdidas financieras directas, sino también daños graves a la infraestructura de las organizaciones afectadas.
Entre las víctimas había empresas de los sectores de la aviación, la ingeniería, la industria química, los seguros, la energía y otros. Los operadores de Nefilim actuaron no solo en Norteamérica, sino también fuera de ella, empleando métodos de doble extorsión: primero bloqueaban el acceso a los sistemas y luego amenazaban con publicar los datos robados.
La investigación continúa, y el Departamento de Justicia de Estados Unidos mantiene interés en otros miembros del grupo. Se presta especial atención a Vladimir Timoshchuk, a quien la acusación señala como uno de los organizadores del esquema criminal. Por información sobre su paradero sigue ofreciéndose una recompensa de 11 millones de dólares.
Según los documentos del caso, Timoshchuk no solo dirigía las operaciones de Nefilim, sino que también estaba vinculado a otros programas de extorsión, como LockerGoga y MegaCortex. Desde finales de 2018 hasta el otoño de 2021, supuestamente estuvo detrás de ataques contra cientos de organizaciones en Estados Unidos y Europa. Según estimaciones del Departamento de Justicia estadounidense, el monto total del daño supera las decenas de millones de dólares. Entre los incidentes más conocidos está el ataque a la empresa noruega Norsk Hydro en 2019.