¿Las bebidas energéticas no solo dan alas, sino que alimentan el mal por dentro?
Científicos de Nueva York han descubierto una preocupante relación entre las populares bebidas energéticas y los cánceres hematológicos. Los especialistas instan a tener precaución con los productos que contienen taurina —un aminoácido presente en marcas conocidas como Red Bull y Celsius—. Por primera vez en la historia, los investigadores lograron demostrar que este compuesto sirve como medio nutritivo para las células malignas en casos de leucemia desarrollada en la médula ósea. Lo paradójico del caso es que la taurina es sintetizada naturalmente por el organismo e incluso se utiliza como suplemento para reducir los efectos secundarios de la quimioterapia en pacientes con leucemia. Sin embargo, una concentración excesiva en sangre puede hacer que los tumores adquieran un carácter más agresivo.
Durante experimentos con ratones portadores del gen SLC6A6, responsable del transporte de taurina entre distintas partes del cuerpo, los investigadores realizaron trasplantes de muestras de células leucémicas humanas. Los resultados mostraron que el aminoácido es producido por un grupo específico de células sanas de la médula ósea —el tejido esponjoso que llena el interior de los huesos—. Es precisamente en ese tejido donde se forma la leucemia, que cada año afecta a 67 mil estadounidenses y 10 mil británicos. Este año se prevén 23 mil y 5 mil muertes, respectivamente, por esta enfermedad.
El equipo científico determinó que el gen SLC6A6 transporta la sustancia desde el tejido medular directamente a las células afectadas. Tras absorber el aminoácido, los focos del padecimiento activan el proceso de glucólisis —la descomposición de la glucosa para obtener energía—. Este mecanismo proporciona a las formaciones patológicas los recursos necesarios para su división y proliferación.
En dosis pequeñas, la taurina es reconocida como un componente seguro. Sin embargo, su consumo excesivo provoca una serie de síntomas desagradables: desde náuseas y mareos hasta diarrea y estreñimiento. Paralelamente, los especialistas están estudiando la influencia de este aminoácido en el desarrollo de otros tipos de cáncer. Preocupa especialmente su posible vínculo con el aumento de casos de cáncer colorrectal entre jóvenes. En la Universidad de Florida ha comenzado la segunda fase de ensayos clínicos con voluntarios de entre 18 y 40 años sin tumores diagnosticados.
La mitad de los participantes del experimento debe consumir diariamente al menos una lata de Red Bull o Celsius. Posteriormente, se comparará la composición de su microbiota intestinal con la de un grupo de control que no consume bebidas energéticas. El objetivo principal del estudio es verificar si la taurina estimula la reproducción de bacterias que metabolizan sulfuro de hidrógeno. Estos microorganismos están presentes en exceso en el cáncer colorrectal y, según observaciones anteriores, provocan inflamación en el colon.