La empresa pudo haber perdido miles de millones, pero no perdió ni un centavo. ¿Cómo es posible?
El prolongado caso antimonopolio contra Google en México concluyó sin consecuencias para la corporación. La Comisión Federal de Competencia Económica de México (Cofece) cerró oficialmente el caso al no encontrar pruebas de abuso de posición dominante en el mercado de la publicidad digital. De esta manera, Google logró evitar una posible multa que podría haber alcanzado hasta el 8 % de sus ingresos anuales en el país.
La investigación comenzó en 2020 y se centró en los servicios publicitarios de Google, en particular aquellos utilizados tanto en la página de búsqueda de la empresa como en sitios web de terceros. Cofece examinó si la compañía obtenía una ventaja injusta sobre sus competidores gracias a las características de su plataforma de compra de publicidad en línea.
En su conclusión oficial, el regulador subrayó que la compra de publicidad en la página de búsqueda de Google no requiere participación obligatoria en su red publicitaria en sitios externos. Este enfoque, según la entidad, indica la ausencia de coerción y, en consecuencia, la improcedencia de acusaciones de política monopolística.
Representantes de Google expresaron satisfacción con la decisión de las autoridades mexicanas, destacando que sus productos publicitarios brindan a los usuarios libertad de elección y control sobre cómo utilizar las herramientas de la empresa.
Aunque los informes financieros públicos de Alphabet —la empresa matriz de Google— no proporcionan datos sobre los ingresos en México, se sabe que en 2024 los ingresos de la región “otros países de América”, que incluye América Latina, ascendieron a aproximadamente 20,4 mil millones de dólares.
En el contexto de la ola global de investigaciones antimonopolio contra las principales corporaciones tecnológicas, la decisión mexicana resulta especialmente destacada. En otros países, la situación está evolucionando de forma distinta. En EE. UU., un tribunal federal ya declaró a Google culpable de monopolio ilegal en el mercado de búsquedas en línea y la publicidad relacionada. El Departamento de Justicia busca que la compañía deje de realizar pagos multimillonarios a Apple y otros fabricantes de dispositivos por establecer su buscador como predeterminado.
En otro proceso estadounidense, Google también está acusada de monopolización ilegal de dos segmentos del mercado de publicidad en línea. El Departamento de Justicia insiste en la venta forzosa de los servicios de Google Ad Manager, incluido el servidor de anuncios para editores y su propia bolsa publicitaria.
Así, a pesar del cierre del caso en México, la presión global sobre Google en materia de competencia continúa, y algunos procesos siguen ganando impulso.