Fedora declaró la guerra al código antiguo. Los gamers declararon la guerra a Fedora. ¿Quién ganará?

Fedora declaró la guerra al código antiguo. Los gamers declararon la guerra a Fedora. ¿Quién ganará?

Decidieron eliminar el código obsoleto y casi arrasan con todo el ecosistema.

image

La comunidad de Fedora se ha visto envuelta en acalorados debates en las últimas semanas. La causa han sido dos propuestas de cambio que podrían afectar significativamente el desarrollo de la distribución.

Tras el lanzamiento de Fedora 42, la discusión sobre los próximos pasos se trasladó al terreno práctico. Desarrolladores y usuarios activos comenzaron a presentar ideas para la siguiente versión —Fedora 43—. Algunas de estas propuestas afectan aspectos internos del sistema y apenas son perceptibles para los usuarios finales, pero otras tocan cuestiones fundamentales y generan una fuerte polémica.

La propuesta que desató el mayor debate fue la de eliminar por completo la ejecución de aplicaciones de 32 bits en arquitectura x86. Según sus autores, junto con esta medida debería desaparecer el soporte multilib, un conjunto de bibliotecas y herramientas que permiten ejecutar programas diseñados para antiguos procesadores de 32 bits.

Aunque Fedora hace tiempo que dejó de instalarse en dicho hardware —la última versión compatible con procesadores de 32 bits fue Fedora 30, lanzada en abril de 2019—, gracias a multilib seguía siendo posible ejecutar software antiguo.

La iniciativa provino de Fabio Valentini, un desarrollador que ya había planteado este tema en 2022, cuando propuso eliminar el soporte para ciertos paquetes x86-32. En ese entonces, la idea fue duramente criticada, al igual que ocurrió cuando Canonical intentó eliminar el software de 32 bits de Ubuntu. Tras una oleada de rechazo, Canonical revisó sus planes y mantuvo el soporte.

Esta vez, la reacción fue igual de contundente. Kyle Gospo, fundador de la distribución de videojuegos Bazzite, declaró abiertamente que la eliminación de la compatibilidad de 32 bits haría inviable su proyecto.

Bazzite se basa en Fedora y utiliza la tecnología Universal Blue. Se trata de una versión modificada de la distribución con actualizaciones transaccionales y una base inmutable, optimizada para videojuegos. En esencia, Bazzite ofrece una alternativa a SteamOS, pero apoyándose en el ecosistema de Red Hat en lugar de Arch Linux.

Eliminar multilib resulta especialmente problemático para los usuarios gamer. La mayoría de los juegos populares siguen siendo software propietario y gran parte de ellos todavía se distribuyen en versiones de 32 bits. Sin acceso al código fuente, adaptar estos títulos a plataformas modernas se vuelve imposible.

El problema va más allá del ámbito de los videojuegos. Muchos usuarios de Linux siguen utilizando programas de 32 bits que han demostrado su fiabilidad a lo largo de los años. Algunos ejemplos son WordPerfect 8 para Linux o la clásica versión de Acrobat Reader, que, a pesar de su antigüedad, sigue siendo demandada por ciertos usuarios.

Tras intensos debates, la propuesta de eliminar multilib fue rechazada. Sin embargo, las diferencias dentro de la comunidad persisten. Según los resultados de la votación, el 51% de los participantes se opusieron, mientras que un 15% expresó dudas pero no descartó cambiar de opinión bajo ciertas condiciones.

Paralelamente, se debatió otra novedad: la posible inclusión en Fedora del servidor gráfico alternativo Xlibre. Este fork del clásico X.org X11 ha generado mucho debate en el mundo Linux.

El creador de Xlibre es Enrico Weigelt, un conocido desarrollador con una reputación controvertida. Ha criticado abiertamente a Red Hat por su política respecto a X.org, acusando a la empresa de rechazar deliberadamente parches para promover al competidor Wayland. Además, Weigelt es conocido por sus posturas antivacunas, lo que alimenta aún más el escepticismo hacia su figura.

Dado que Fedora se desarrolla con el apoyo de Red Hat, la propuesta de integrar un proyecto creado por alguien que ataca abiertamente a la compañía generó un lógico malestar. La comunidad no tardó en tomar una decisión y la iniciativa fue rechazada con relativa rapidez.

Estos debates demuestran que la comunidad de Fedora sigue muy viva. Aquí se discuten no solo aspectos técnicos, sino también cuestiones ideológicas, y las disputas van mucho más allá de simples detalles de ingeniería.

A pesar de que ambas propuestas fueron rechazadas, está claro que el debate sobre el soporte de software de 32 bits y la elección de la infraestructura gráfica aún no ha terminado. Estos temas siguen generando fuertes reacciones entre los usuarios de Linux y, con toda seguridad, volverán a estar sobre la mesa en el futuro.

¿Tu Wi-Fi doméstico es una fortaleza o una casa de cartón?

Descubre cómo construir una muralla impenetrable