Los servicios secretos obtienen datos de pasajeros sin orden judicial.
Las aerolíneas de EE. UU. se han visto en el centro de un escándalo después de que se conociera la transferencia masiva de datos personales de pasajeros a organismos estatales. Según un contrato, obtenido por 404 Media mediante una solicitud en virtud de la ley de libertad de información, Airlines Reporting Corporation (ARC) —un corredor de datos propiedad de las mayores aerolíneas, incluyendo American Airlines, Delta, United, Southwest, Alaska Airlines, JetBlue, así como Air France, Lufthansa y Air Canada— vende acceso a 5.000 millones de registros de billetes a agencias federales para búsquedas y vigilancia sin orden judicial.
Los documentos muestran que la base de ARC cubre información de más de 270 aerolíneas y se nutre a través de una red de 12.800 agencias de viajes. Contiene nombres de pasajeros, itinerarios y datos financieros. El contrato con el Servicio Secreto de EE. UU. se valora en 885.000 dólares y prevé acceso a estos datos hasta 2028. La agencia declinó responder si requiere una orden o citación judicial para operar con el sistema.
El programa denominado Travel Intelligence Program (TIP) se actualiza diariamente con las ventas del día anterior y permite buscar información por nombre, número de tarjeta, transportista específico y otros parámetros. Antes se pensaba que TIP contenía más de mil millones de registros que cubrían aproximadamente tres años, pero el nuevo contrato revela una escala mucho mayor: 5.000 millones de documentos disponibles para análisis. Según periodistas, además del Servicio Secreto, otros departamentos compraron acceso a este sistema, incluidos la agencia de inmigración, el Departamento de Estado, la agencia tributaria y los alguaciles. En un proceso judicial apareció un episodio en el que el FBI envió una solicitud a ARC en el marco de una investigación sobre drogas.
En la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas (ATF) explicaron que usan el sistema únicamente para investigaciones activas y han restringido estrictamente el número de empleados con acceso a la base. La propia ARC declaró que TIP se creó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y desde entonces lo usan los servicios de inteligencia y las fuerzas del orden para prevenir amenazas a la seguridad nacional, el terrorismo, la trata de personas, el narcotráfico y otros delitos graves. La empresa subrayó que los usuarios pueden solicitar que sus datos personales no sean transferidos.
Mientras tanto, el senador Ron Wyden afirmó que ese tipo de comercio de información sobre pasajeros viola el derecho a la privacidad, ya que de facto priva a los estadounidenses de la protección de la Cuarta Enmienda de la Constitución. Volvió a pedir la aprobación del proyecto de ley «Fourth Amendment Is Not For Sale Act», destinado a cerrar las lagunas para los corredores de datos. Tras las críticas de legisladores e investigaciones de medios, ARC se registró en junio como corredor de datos en California, aunque, según Wyden, la empresa durante años incumplió las exigencias de la legislación local al vender datos de pasajeros aéreos sin registrarse.