¿Quién protegerá a los niños si las guarderías no están a salvo de los extorsionadores?
El grupo de hackers Radiant afirmó el robo de datos de más de 8.000 niños que asisten a las guarderías de la red Kido International. En su sitio en la darknet los atacantes publicaron nombres, fotografías, direcciones de domicilio y contactos de las familias de diez niños de una de las 18 sucursales de Kido en el Gran Londres. Esto confirma el hecho del hackeo y genera serias preocupaciones en materia de protección infantil y privacidad de la información.
Los delincuentes prometieron publicar otros 30 "perfiles" de niños y datos sobre un centenar de empleados de la compañía. La policía de Londres señaló que la investigación está en una etapa temprana y que los sospechosos aún no han sido detenidos. Los hackers comunicaron a través de un mensajero cifrado que lograron permanecer en la red de Kido durante varias semanas. También se desconoce la suma del rescate que exigen para desbloquear la información.
Radiant utiliza un programa de ransomware: este tipo de software cifra las bases de datos corporativas y priva a los propietarios del acceso a los datos hasta que acepten pagar. Las autoridades subrayaron que un ataque contra centros infantiles es un paso especialmente cínico que demuestra la disposición de los cibercriminales a recurrir a medidas extremas por beneficio.
El incidente con Kido se convirtió en parte de una serie de ataques sonados que este año sacudieron al sector empresarial británico. Las autoridades estudian la posibilidad de brindar apoyo financiero a los proveedores de Jaguar Land Rover que resultaron afectados por un ciberataque que prolongó la suspensión de la producción hasta octubre. Anteriormente la policía informó de la detención de un hombre en el marco de la investigación del ataque a Collins Aerospace. Entonces los atacantes paralizaron el sistema de registro automático de pasajeros en el aeropuerto de Heathrow y provocaron interrupciones en el tráfico aéreo por toda Europa.
En primavera se debatió ampliamente el ataque del grupo Scattered Spider a la cadena Marks & Spencer. A causa de ello, uno de los mayores minoristas británicos no pudo aceptar pedidos en línea durante varias semanas y estimó las pérdidas en aproximadamente 300 millones de libras esterlinas en el presente año fiscal.