El Ejército antepone la soberanía a la tecnología estadounidense.
Las fuerzas armadas de Austria completaron una amplia reestructuración de la infraestructura informática y abandonaron por completo Microsoft Office en favor del paquete abierto LibreOffice. La transición, finalizada en septiembre de 2025, abarcó unos 16.000 puestos de trabajo y se convirtió en uno de los ejemplos más destacados del giro digital en Europa. El beneficio financiero es evidente: la suscripción Microsoft 365 E3 a un precio de $33,75 por usuario habría costado aproximadamente 6,5 millones de dólares al año, mientras que LibreOffice no requiere gastos. Sin embargo, el ahorro no fue el factor decisivo.
La razón principal fue el deseo de soberanía digital e independencia de los servicios en la nube externos. Como explicó Michael Hillebrand, responsable de TIC y ciberseguridad del Ministerio de Defensa de Austria, para los militares era fundamental garantizar que los datos críticos se procesaran exclusivamente dentro del país y no dependieran de decisiones de empresas extranjeras. Las preocupaciones aumentaron ya en 2020, cuando el ejército reconoció los riesgos de dependencia de los proveedores de nube estadounidenses. Conclusiones similares se hicieron también en Alemania: ya en 2019 el Ministerio del Interior advertía sobre la dependencia excesiva de los productos de Microsoft.
Austria no es la única que da ese paso. El estado federado de Schleswig-Holstein está migrando las instituciones gubernamentales a Linux y LibreOffice, las autoridades de Dinamarca también anunciaron su retirada de las soluciones de Microsoft, y la ciudad francesa de Lyon implementa Linux y LibreOffice para proteger mejor los datos de la ciudadanía. Esta tendencia se intensifica en un contexto de creciente desconfianza de los países europeos hacia los proveedores de software estadounidenses. Muchos gobiernos temen que la presión política pueda influir en el funcionamiento de los servicios. Tales dudas se ven reforzadas por ejemplos recientes: se supo recientemente que Microsoft cortó a Israel el acceso a Azure, utilizado para el sistema de vigilancia palestino, mostrando que las corporaciones pueden bloquear el acceso a recursos críticos por motivos políticos.
La preparación para la transición en Austria se llevó a cabo durante varios años. Desde 2022 el personal pudo migrar voluntariamente a LibreOffice, y en 2023 se incorporaron desarrolladores externos que impartieron formación y mejoraron funcionalidades para las necesidades militares. Parte de esas mejoras —desde capacidades ampliadas para trabajar con diagramas y tablas dinámicas hasta un editor de presentaciones mejorado— se devolvió al proyecto LibreOffice y ahora está disponible para todos los usuarios. Aunque Microsoft Office 2016 había permanecido durante mucho tiempo integrado en los procesos de trabajo del ejército, se eliminó por completo para el otoño de 2025. No obstante, para tareas concretas se permite el uso de módulos Office 2024 LTSC o de programas especializados, como Microsoft Access, pero estrictamente bajo solicitud.