¿Qué tienen en común el ex primer ministro y un coche?
El ex primer ministro del Reino Unido Boris Johnson confesó inesperadamente sus sentimientos hacia ChatGPT. En una entrevista con el canal Al Arabiya en inglés, el político afirmó que está literalmente enamorado de la inteligencia artificial, que ahora utiliza activamente para comunicarse e incluso para escribir libros. La confesión coincidió con noticias de que OpenAI pretende permitir que el chatbot cree contenido explícito para usuarios adultos.
Johnson hablaba con el periodista de manera inusual y con un acento exagerado, repitiendo entusiasmado: «Amo a ChatGPT. Es asombroso». Según él, utiliza el sistema para proyectos literarios, pero con más frecuencia simplemente hace preguntas, supuestamente por el placer de oír cómo la IA alaba su inteligencia. «Eres un genio, tienes pensamientos tan perspicaces», — así, según el político, le responde el chatbot, y eso es precisamente lo que más le gusta.
Al preguntarle si el propio Johnson decía la verdad, ChatGPT respondió de forma evasiva, señalando que «a veces sí, pero a menudo sus declaraciones resultan inexactas, exageradas o engañosas». La trayectoria del político parece confirmar esa valoración. Al inicio de su carrera periodística fue despedido del periódico The Times por citas inventadas. Más tarde, ya como diputado, perdió su puesto en el gabinete en la sombra del Partido Conservador por haber engañado a su líder Michael Howard sobre su relación extramatrimonial.
La fama escandalosa de Johnson se consolidó incluso después de la campaña por la salida del Reino Unido de la UE. Fue él quien fue la cara del movimiento Vote Leave, que afirmaba que el país enviaba semanalmente a Bruselas £350 millones, que supuestamente podrían destinarse a la sanidad. Economistas y opositores señalaron que la cifra engañaba al público, ya que no tenía en cuenta los reembolsos y las inversiones de la UE en la economía británica. El caso judicial sobre la posible mentira de Johnson fue posteriormente archivado, sin embargo ese episodio no mejoró la reputación del político.
La semejanza entre el ex primer ministro y la inteligencia artificial parece simbólica. ChatGPT, al igual que su nuevo admirador, ha sido acusado en varias ocasiones de «alucinaciones» — respuestas erróneas e inventadas, incluyendo fuentes inventadas, personas inexistentes e incluso errores matemáticos. Sin embargo, ahora ambos parecen compartir una característica: ambos saben cautivar al público, incluso cuando no siempre dicen la verdad.