Seis años de trabajo para nada: ¿por qué Google enterró Privacy Sandbox?

Seis años de trabajo para nada: ¿por qué Google enterró Privacy Sandbox?

Experimento ambicioso termina en regreso a la vigilancia masiva.

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Google reconoció el fracaso de una iniciativa de muchos años para proteger la privacidad en el navegador Chrome, cerrando oficialmente el programa Privacy Sandbox. Este proyecto, iniciado con la ambiciosa meta de reemplazar las cookies de seguimiento por herramientas más seguras y privadas, terminó sin resultados significativos y en medio de críticas de la industria y baja adopción.

Al principio, Privacy Sandbox se presentó como un compromiso entre los intereses de la industria publicitaria, las exigencias de los reguladores y el derecho de los usuarios al anonimato. Sin embargo, no se logró un equilibrio entre esas partes. Tras la declaración de Google de que las tecnologías de seguimiento seguirían utilizándose en Chrome, quedó claro que la prioridad por la privacidad se había perdido.

Google empezó a cancelar componentes clave del Sandbox. En la lista de APIs cerradas se incluyeron Attribution Reporting API, IP Protection, On-Device Personalization, Private Aggregation, Protected Audience, Protected App Signals, Related Website Sets, SelectURL, SDK Runtime y Topics. De hecho, se trata de la renuncia total a toda la infraestructura relacionada con los intentos de crear una alternativa a las cookies.

Una parte temprana y más visible del proyecto fue la tecnología FLoC, basada en aprendizaje federado. Fue duramente criticada, sobre todo después de que Apple se burlara de ella en un video promocional para Safari, inspirado en la película de Hitchcock Los pájaros. Como resultado, FLoC fue considerada ineficaz y reemplazada por otras soluciones que tampoco prosperaron.

Muchos analistas reaccionaron a lo ocurrido como una seria derrota de Google en materia de privacidad. Años de desarrollo y pruebas no dieron resultado y reforzaron la posición del seguimiento personalizado como base del modelo publicitario en internet. Esto confirma que la industria aún no está lista para prescindir de los mecanismos que permiten la monetización mediante los datos de los usuarios.

A pesar de la reacción negativa, la cuota de Chrome sigue siendo dominante tanto en sistemas de escritorio como en dispositivos móviles, superando el 70% del mercado mundial. Ni las críticas ni el abandono de las soluciones de privacidad han afectado el comportamiento del público. Incluso los nuevos navegadores con soporte de IA, como Comet de Perplexity o el producto próximo de OpenAI, por ahora no representan una amenaza seria para la posición de Google.

Mientras tanto, la propia empresa continúa reforzando su plataforma, añadiendo funciones de IA de Gemini en Chrome. Pero aquí también surgieron preocupaciones: el nuevo sistema recopila todavía más información de los usuarios en comparación con sus equivalentes. Sin embargo, como antes, es improbable que esto afecte significativamente la lealtad de los usuarios.

En general, el cierre definitivo de Privacy Sandbox simboliza el abandono de la idea de crear un modelo publicitario más ético. El seguimiento individual sigue siendo un pilar del modelo de negocio existente y, según algunos observadores, este reconocimiento se convirtió en la noticia más predecible entre todas las relacionadas con la política de Google en internet.

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