La agencia exige medidas urgentes contra las llamadas fraudulentas en 23 países

Europol pidió al crear un sistema paneuropeo único para combatir la suplantación de números de teléfono. Según la agencia, este tipo de fraude se está extendiendo rápidamente y ya se ha convertido en un segmento de negocio estable que genera millones de euros para las organizaciones criminales.
La esencia del esquema es que, al llamar, en la pantalla aparece un número falso —supuestamente perteneciente a un banco, a un organismo público o a una empresa conocida. Los delincuentes utilizan la suplantación para obtener datos personales, acceder a dispositivos y cuentas o para transferir dinero. Según Europol, el daño mundial anual causado por estas operaciones alcanza aproximadamente 850 millones de euros.
Los organizadores actúan desde el extranjero, aprovechando las diferencias entre jurisdicciones, lo que dificulta las investigaciones y el enjuiciamiento. Según representantes de Europol, al ocultar los números reales y la ubicación, los estafadores de hecho impiden que se pueda rastrearlos.
Un estudio realizado en 23 países mostró que las fuerzas del orden se enfrentan a numerosos obstáculos: falta de cooperación con los operadores de comunicaciones, un marco normativo fragmentado y medios técnicos limitados para detectar y bloquear las llamadas falsas.
Europol propone crear una infraestructura común para combatir la suplantación de números y determinar prioridades comunes. Entre ellas está el desarrollo de estándares paneuropeos que permitan rastrear llamadas sospechosas, verificar la autenticidad de los identificadores y bloquear automáticamente el tráfico fraudulento. También se propone establecer el intercambio de información entre la policía, los órganos reguladores y los operadores de telecomunicaciones para reunir pruebas más rápidamente e identificar los esquemas.
Además, Europol considera necesario unificar la legislación de los países de la UE para simplificar los procedimientos legales de rastreo de llamadas, definir claramente los casos permitidos de enmascaramiento de número y fomentar el uso de sistemas antifraude verificados. La agencia también insta a abordar el problema en un sentido más amplio: no solo combatir la suplantación de números, sino también las tarjetas SIM prepago anónimas, el phishing por SMS y los esquemas relacionados que socavan la confianza en la infraestructura de comunicaciones de Europa.