Un ciberataque pone en duda todas las proyecciones económicas presentadas al Congreso.

En Washington se investiga un posible ciberataque a una de las principales unidades analíticas del Congreso de Estados Unidos — la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO). Según datos preliminares, un grupo extranjero podría estar implicado en el incidente, lo que genera serias preocupaciones sobre la filtración de información interna y las comunicaciones entre legisladores y analistas económicos.
La intrusión fue detectada en los últimos días, tras lo cual los especialistas de la agencia comenzaron a revisar los sistemas. Según varias fuentes familiarizadas con la situación, los atacantes podrían haber accedido a la correspondencia entre las oficinas de los miembros del Congreso y el personal de la CBO, así como a los chats internos y al correo electrónico del organismo.
Los representantes de la Oficina aseguran que la intervención fue detectada en una fase temprana. Tras el incidente, algunos congresistas incluso dejaron de intercambiar información por correo electrónico con los analistas, por temor a que los mensajes fueran interceptados.
La portavoz de la CBO, Caitlin Emma, declaró que la agencia tomó medidas inmediatas para contener el problema, reforzó la supervisión y desplegó sistemas de protección adicionales. Subrayó que el trabajo en las evaluaciones económicas para el Congreso continúa a pesar del incidente.
La Oficina de Presupuesto desempeña un papel importante en el trabajo del poder legislativo de Estados Unidos, elaborando previsiones económicas y calculando cómo cada propuesta legislativa analizada en el Congreso afectaría la deuda pública. Estas evaluaciones independientes sirven como contrapeso a las previsiones económicas de la Casa Blanca y de su departamento presupuestario, proporcionando al Congreso sus propios datos analíticos.
Anteriormente, la CBO ya se había visto en el centro de disputas políticas: en verano la agencia fue objeto de críticas por parte de los republicanos tras la publicación de los cálculos sobre el proyecto de ley presidencial One Big Beautiful Bill, que, según sus estimaciones, aumentaba la deuda pública en billones de dólares. En respuesta, el Senado introdujo cambios en las reglas que regulan el uso de las evaluaciones de la CBO al debatir el presupuesto.