Huida, pasaporte falso y extradición a EE. UU.: Do Kwon condenado a 15 años tras declararse culpable

El fundador de Terraform Labs Do Kwon cumplirá 15 años de prisión después de declararse culpable de fraude. Su empresa creó el token Terra USD (UST) y lo promocionó como «stablecoin», que se suponía debía valer siempre exactamente $1, pero en la práctica mantener ese precio resultó mucho más difícil de lo que había prometido a los inversores.
Terraform Labs intentó mantener la paridad de UST con el dólar mediante una compleja estructura de varios protocolos, el token vinculado Luna y contratos inteligentes. En mayo de 2022 ese esquema se derrumbó de forma espectacular: el precio de UST se desplomó de $1,00 a $0,09. Los intentos por salvar el ecosistema, incluida la compra de bitcoins por $3.500 millones, no funcionaron, y del mercado cripto desaparecieron alrededor de $40.000 millones —como si no fuera un sistema financiero, sino otra ilusión de la cadena de bloques.
Kwon es ciudadano de Corea del Sur, y Terraform Labs operaba desde Singapur, de modo que el colapso de UST afectó a inversores de todo el mundo. A finales de 2022 Kwon dejó Singapur y desapareció, y meses después apareció en Montenegro —un pequeño país europeo—, donde fue detenido al intentar volar a Dubái con un pasaporte falso.
Tanto Estados Unidos como Corea del Sur solicitaron su extradición, pero finalmente Kwon fue enviado a Estados Unidos y sometido a juicio. Al principio defendió sus acciones; sin embargo, en agosto se declaró culpable de conspiración para cometer fraude relacionado con mercancías, valores y medios de comunicación, y ofreció disculpas. Los fiscales solicitaron 12 años, pero el juez consideró que 15 años era más justo, calificando el fraude de Kwon como «un delito épico de la generación».
De forma paralela al caso penal, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) logró la liquidación de Terraform Labs y en 2024 aseguró $4.500 millones para distribuir entre acreedores y organismos. Sin embargo, esa suma, en esencia, cubre solo alrededor del 10% de las pérdidas atribuidas a las acciones de Kwon.
Antes de la sentencia, el tribunal publicó declaraciones de las personas afectadas: muchas escribieron que contaban con esas inversiones como base para su futura pensión y que ahora se ven obligadas a seguir trabajando, en medio de problemas de salud y de relaciones que se agravaron tras el colapso de UST.