Un presidente con tiara, la Casa Blanca en shock, el Vaticano en estupor…
Donald Trump publicó una imagen generada por inteligencia artificial en la que aparece representado como el pontífice. Y lo hizo justo antes de la reunión de cardenales que debe elegir al nuevo líder de la Iglesia católica, que cuenta con 1,4 mil millones de fieles en todo el mundo…
El presidente, que no profesa la fe católica y rara vez asiste a servicios religiosos, subió la imagen a su red social Truth Social el viernes por la noche. Esto ocurrió menos de una semana después de su asistencia al funeral del papa Francisco, fallecido el mes pasado a los 88 años. Posteriormente, la imagen apareció también en la cuenta oficial de la Casa Blanca en la red X.
En la imagen generada, Trump está sentado en un trono ricamente decorado, vestido con atuendos papales blancos y una tiara, con el dedo índice de la mano derecha levantado. Su rostro conserva una expresión seria.
La provocadora publicación desató inmediatamente una ola de indignación en las redes sociales. El grupo "Republicanos contra Trump", que agrupa a conservadores republicanos defensores de la democracia y opositores al trumpismo, calificó la imagen como "una ofensa abierta a los católicos y una burla a su fe".
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, evitó hacer comentarios durante una rueda de prensa dedicada al proceso de elección del nuevo papa, que comenzará el 7 de mayo.
"Esta imagen ofende a los creyentes, denigra a las instituciones y muestra que el líder de la derecha mundial disfruta actuando como un payaso. Mientras tanto, la economía estadounidense enfrenta una recesión y el dólar pierde valor", escribió en X el ex primer ministro italiano Matteo Renzi.
La publicación también fue duramente criticada por los obispos católicos del estado de Nueva York: "No hay nada ingenioso ni gracioso en esta imagen, señor presidente. Acabamos de enterrar a nuestro querido papa Francisco, y los cardenales se preparan para entrar en el solemne cónclave para elegir al nuevo sucesor de San Pedro. No se burle de nosotros".
Cabe destacar que pocos días antes de la publicación, Trump había declarado en tono de broma que le gustaría convertirse en papa. Luego añadió que había un "muy buen" candidato en Nueva York: el cardenal Timothy Dolan.
Sin embargo, el arzobispo de Nueva York, Dolan, no figura entre los principales aspirantes al trono. Entre los posibles candidatos se menciona a otro estadounidense: el cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark, en el estado de Nueva Jersey. Aunque cabe señalar que en toda la historia de la Iglesia católica nunca ha habido un papa originario de Estados Unidos.
A mediados de febrero, Trump y las cuentas oficiales de la Casa Blanca ya habían publicado otra imagen generada por inteligencia artificial. En ella, el presidente aparecía con una corona, acompañada del texto: "SE ELIMINA EL PEAJE DE ENTRADA. Manhattan y todo Nueva York ESTÁN SALVADOS. ¡LARGA VIDA AL REY!". Se trataba de una referencia a los planes de las autoridades municipales de introducir un peaje para entrar en el centro de Manhattan con el fin de reducir la congestión vehicular.
Muchos simpatizantes del gobierno republicano, sin embargo, no vieron nada censurable en las publicaciones.
"Está claro que fue una broma. Obviamente fue una broma", comentó al respecto Debbie MacKea, de 60 años, practicante del judaísmo, mientras esperaba con una decena de seguidores la llegada del convoy de Trump a su club de golf en West Palm Beach el sábado por la mañana. "Aunque no me gustaría ver nada blasfemo respecto al papa… o algo por el estilo".