Trump despide a la directora de la Oficina de Derechos de Autor justo después de una verdad incómoda.
Menos de 24 horas después de la publicación de un informe de alto impacto sobre la inadmisibilidad del uso de materiales con derechos de autor para entrenar redes neuronales, fue destituida Shira Perlmutter, directora de la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU. Fuentes afirman que su despido está directamente relacionado con su negativa a respaldar los intereses de grandes corporaciones tecnológicas, incluidas empresas vinculadas a Elon Musk.
El informe, que representa la tercera parte de un amplio análisis sobre la interacción entre la IA y los derechos de autor, fue publicado el 9 de mayo y aborda el grado de permisibilidad en el uso de obras protegidas por copyright para entrenar modelos generativos. El documento señala que las redes neuronales procesan grandes volúmenes de información, incluidas obras protegidas, a menudo sin el consentimiento ni compensación a los titulares de los derechos.
La conclusión clave del documento es que el uso comercial de obras con derechos de autor para crear contenido competidor, especialmente cuando se obtienen ilegalmente, no está amparado por la doctrina del uso justo (fair use). Esta opinión complica seriamente la defensa legal de empresas que ya enfrentan demandas, incluidas Google, Meta*, OpenAI y Microsoft. Todos estos gigantes, recuerdan los críticos, fueron importantes patrocinadores del fondo inaugural de Donald Trump.
El jurista Blake Reid calificó el informe como "una derrota clara para las empresas de IA" en los tribunales. También sugirió que su publicación fue un intento urgente del equipo de Perlmutter por comunicar sus conclusiones al Congreso antes de que comenzaran las purgas internas que, en su opinión, ya se avecinaban en la Oficina de Derechos de Autor.
El congresista Joe Morelle (estado de Nueva York) confirmó el despido de Perlmutter. Expresó su convicción de que su salida no fue accidental y se produjo poco después de que se negara a “ratificar” iniciativas de Elon Musk relacionadas con el uso de obras protegidas para entrenar IA. Se trataría de los planes de Musk para utilizar publicaciones de los usuarios de la red social X** en el entrenamiento del modelo Grok, así como de sus recientes declaraciones a favor de la abolición total de la propiedad intelectual.
Sin embargo, el motivo del despido podría estar vinculado a otro conflicto. La semana pasada, la administración de Trump destituyó también a la directora de la Biblioteca del Congreso, de la cual depende la Oficina de Derechos de Autor, acusándola de "promover de forma inaceptable la agenda DEI y difundir literatura infantil inapropiada". Así, la salida de Perlmutter podría formar parte de una reestructuración ideológica más amplia, y no únicamente de una presión de los lobbies tecnológicos.
Se espera que la versión final de la tercera parte del informe se publique próximamente y, según representantes del organismo, no se prevén cambios sustanciales en sus conclusiones. A juzgar por la reacción de la comunidad, las consecuencias podrían ser de gran alcance, tanto en lo judicial como en el futuro de la regulación de la IA en Estados Unidos.