Cómo las mayores empresas de TI han convertido los tribunales en un coste operativo.
Las mayores compañías tecnológicas del mundo —Apple, Google (Alphabet), Meta, Samsung, Tesla y otras— se encuentran bajo la mirada cada vez más atenta de usuarios, abogados y reguladores. En los últimos cinco años, una oleada de demandas colectivas ha sacado a la luz los principales riesgos de la economía digital moderna: violaciones de la privacidad, abusos de la IA, defectos de productos y la ausencia de mecanismos sostenibles de responsabilidad. Un análisis de vpnMentor, basado en una muestra de 79 casos judiciales, ofrece una visión de gran escala de lo que está ocurriendo —con cifras, ejemplos y consecuencias para la industria.
Si en el siglo XX los sonados procesos contra IBM, AT&T y Microsoft giraban en torno a acusaciones antimonopolio, en el siglo XXI el centro de gravedad se ha desplazado hacia las demandas colectivas iniciadas por grupos de consumidores. Hoy los tribunales examinan casos contra Adobe, Intel, Apple, Google, Meta y otros en tres categorías principales:
Este cambio obedece al nivel sin precedentes de recopilación y análisis de datos personales, así como al deseo de los usuarios de exigir a las empresas que respondan por las consecuencias de sus modelos de negocio.
De los 79 casos analizados, 58 están directamente relacionados con cuestiones de privacidad. El 88,4 % de todas las demandas colectivas examinadas se presentaron en Estados Unidos —principalmente en California, Illinois y Washington—, donde rigen algunas de las leyes de protección de datos más avanzadas, como la CCPA (Ley de Privacidad del Consumidor de California) y la BIPA (Ley de Privacidad de Información Biométrica de Illinois).
En Europa el GDPR desempeña un papel similar: ya se han presentado demandas colectivas en Francia, Países Bajos e Irlanda, aunque su escala aún no se compara con la estadounidense. También se observa un aumento de la actividad en Australia e India.
El vertiginoso desarrollo de las tecnologías digitales vino acompañado de un crecimiento igualmente rápido de las demandas. Los casos contra Apple, Alphabet, Meta y Samsung incluyen violaciones relacionadas con:
Así, Samsung se ha enfrentado repetidamente a demandas en virtud de la BIPA por recopilar huellas dactilares y datos de reconocimiento facial sin consentimiento. Los casos contra Ally Financial (4,2 millones de afectados) y loanDepot (16,9 millones) se relacionan con compromisos masivos de datos personales.
De los 58 casos de privacidad, solo 15 se han resuelto; los demás siguen en curso, lo que subraya el carácter sistémico del problema y la complejidad de su solución judicial.
La segunda tendencia destacada son las reclamaciones sobre el uso que las empresas hacen de la inteligencia artificial. La extracción masiva de datos —incluida información personal y protegida por derechos de autor— suele realizarse sin notificación ni consentimiento. Estos datos se emplean para entrenar modelos de IA, automatizar decisiones, dirigir publicidad y optimizar servicios.
Entre los demandantes figuran no solo usuarios, sino también artistas, músicos, escritores, editoriales y organismos gubernamentales. En 2022 Tesla fue objeto de una de las primeras demandas importantes por el uso de IA en la función de piloto automático. En 2023 se presentaron demandas similares contra Alphabet —por extracción de datos—, Meta —por entrenar IA con contenido protegido— y YouTube —por utilizar materiales protegidos en la generación de contenidos.
Según vpnMentor, Alphabet y Meta concentran el 37,5 % de todas las demandas relacionadas con la IA. Amazon y Tesla también están implicadas en procesos similares. La mayoría de los casos siguen concentrados en Estados Unidos. Sin embargo, la situación podría cambiar: Colorado fue el primer estado del país en aprobar una ley de regulación de la IA (entra en vigor en 2026), en 2024 la UE adoptó la Ley sobre IA con un enfoque basado en riesgos, y Japón debate la obligación de divulgar datos sobre los sistemas de IA.
También se presentan demandas colectivas por productos inseguros. No se trata solo de teléfonos inteligentes y dispositivos «inteligentes», sino también de automóviles, equipos médicos y electrodomésticos. Entre los demandados figuran Honda, BMW, Whirlpool, Electrolux y Tesla.
Tesla ha sido objeto de demandas repetidas por incendios de baterías, fallos del piloto automático y otros problemas críticos. Samsung ha afrontado casos similares por sobrecalentamiento y fallos de sus dispositivos. Muchas demandas se refieren a situaciones en las que las empresas estaban al tanto de los defectos, pero no actuaron a tiempo.
El pico de estos procesos se produjo en 2024, especialmente en los sectores de la automoción y la electrónica de consumo.
De los 43 casos abiertos contra grandes empresas tecnológicas desde 2018, la mayor cantidad recayó sobre Alphabet (10 casos). Le siguen Amazon, Tesla, Meta, Samsung, Microsoft y Apple. Distribución por categorías:
Meta sufrió las mayores pérdidas financieras — 1000 millones de dólares en un solo acuerdo. Apple pagó 100 millones de dólares. Sin embargo, el 65 % de los casos siguen sin resolverse. En Amazon, los siete casos permanecen en proceso; en Tesla, el 83 % aún no se ha cerrado.
La geografía de las demandas también es reveladora: Apple, Alphabet y Meta litigan con más frecuencia en California, mientras que Amazon lo hace en Washington, donde se encuentra su sede.
A pesar de las indemnizaciones multimillonarias, los problemas se repiten. Meta sigue enfrentándose a acusaciones de uso indebido de datos. Apple recibió en mayo de 2025 una nueva demanda por violar una decisión antimonopolio de 2021. Samsung recibe regularmente demandas por datos biométricos y Tesla por su piloto automático.
Da la impresión de que, para muchas corporaciones, los pagos se han convertido en parte de los gastos operativos. Las iniciativas legislativas —como las de Colorado y la UE— podrían cambiar la situación, pero solo si se aplican de forma estricta y coherente.