¿Quieres privacidad total con Securonis? Primero tendrás que sufrir… luego lo agradecerás

Los usuarios cansados de la vigilancia constante y la publicidad intrusiva llevan tiempo buscando la forma de recuperar al menos un poco de control sobre su vida digital. Pero, ¿quién garantiza que la enésima solución de privacidad no sea solo una bonita fachada sin efecto real?

En este contexto, cada vez atraen más atención los sistemas operativos especializados basados en Linux, diseñados desde el primer momento para garantizar el anonimato y la protección de los datos. Una de estas novedades es Securonis, una distribución que promete cerrar la mayoría de las brechas que permiten el seguimiento externo.

Securonis está basada en la rama de pruebas de Debian y, desde el arranque, dirige forzosamente todo el tráfico de internet del usuario a través de la red Tor. Esto significa que tu dirección IP real queda oculta y las conexiones se cifran desde el primer acceso a la red. No es necesario activar Tor manualmente — el sistema lo hace por ti.

Los desarrolladores se inspiraron claramente en la sonoridad del nombre de un conocido producto de protección de datos, Acronis, pero en la práctica Securonis no tiene ninguna relación con ese software comercial de nombre similar. Es un proyecto totalmente independiente, orientado a la comunidad de entusiastas y a quienes se toman muy en serio la cuestión del anonimato.

Hay dos formas de comenzar a trabajar con el sistema. La primera es ejecutarlo en modo Live, directamente desde la memoria RAM, sin necesidad de grabar nada en el disco duro. La segunda es instalarlo de forma completa a través de la herramienta gráfica Calamares, bien conocida por los usuarios de otras distribuciones de Linux.

A simple vista, Securonis puede parecer complicado: el paquete incluye aplicaciones con nombres poco familiares para el usuario medio — I2P Router, PxrtalCrypt, Securonis DNSCrypt, System Knight, VesperaCrypt, SecDNSChanger, Wireshark. Pero en realidad, no es tan difícil entender cómo funcionan. Visualmente, el sistema recuerda al clásico escritorio basado en el entorno MATE, lo que lo hace bastante accesible incluso para aquellos que se enfrentan por primera vez a Linux.

Se ha prestado especial atención al navegador. En Securonis se llama FireScorpion y, como sugiere el nombre, está diseñado en torno al concepto de navegación privada. Sin embargo, incluso con todo este arsenal de herramientas, los primeros pasos pueden no ser precisamente sencillos.

Para aprovechar al máximo las capacidades de la distribución, es necesario activar la conexión a través de Tor. Para ello, se proporciona una herramienta específica llamada Seconionis. Permite gestionar la conexión: iniciar o detener el servicio, comprobar su estado actual y habilitar el arranque automático al iniciar el sistema.

Sin esta herramienta activada, no es posible acceder a internet — FireScorpion simplemente no podrá establecer conexión. Esta es la idea clave del proyecto: el control total de los parámetros de red está en manos del usuario.

Adicionalmente, Securonis incorpora la herramienta DNSCrypt, encargada de cifrar las solicitudes a los servidores DNS. Esta utilidad permite ocultar información sobre los dominios visitados, aunque al tener la conexión activa a través de Tor, su uso se vuelve redundante — el tráfico ya está protegido.

Es importante tener en cuenta que el uso de este tipo de herramientas requiere comprender su funcionamiento. Si se alteran los ajustes de Tor o la hora del sistema, esto puede afectar la disponibilidad de los sitios y el correcto funcionamiento de las conexiones.

Así, en algunas versiones, los usuarios se han encontrado con problemas en la configuración horaria tras la instalación — incluso si durante la instalación se eligió la región correcta, la hora del sistema resultaba incorrecta. El problema se soluciona manualmente desde la terminal con el siguiente comando:

sudo date --set="23 June 2025 07:55:00"

Tras sincronizar la hora, los servicios de red comienzan a funcionar correctamente. Sin embargo, es fundamental recordar que para un acceso anónimo, el navegador no solo debe estar activo, sino también configurado adecuadamente, de lo contrario, parte del tráfico puede salir directamente, sin pasar por el canal protegido.

Securonis no es apto para todos en el uso cotidiano. Pero como solución auxiliar — por ejemplo, para trabajar con documentos confidenciales o para navegar por la red bajo un perfil anónimo — cumple perfectamente su propósito.

Una vez más, se puede probar la distribución descargando la imagen ISO y eligiendo el modo que más convenga: ejecución desde un dispositivo externo o instalación completa en el ordenador.