Censura al estilo exportación: Washington se venga con vetos de visado contra quienes intentan dictar normas a Facebook y X

Washington vuelve a demostrar una postura firme frente a las iniciativas internacionales relacionadas con la regulación del espacio digital. El Departamento de Estado de EE. UU. anunció la imposición de restricciones de visado a funcionarios extranjeros considerados responsables de intentar limitar la libertad de expresión en plataformas en línea estadounidenses.

Según declaró el secretario de Estado Marco Rubio, se trata de «extranjeros responsables de censurar la libertad de expresión protegida en EE. UU.». Afirmó que es inaceptable que autoridades extranjeras amenacen con arrestar a ciudadanos o residentes estadounidenses por publicaciones en redes sociales alojadas en plataformas de EE. UU., incluso mientras se encuentren en territorio estadounidense. Rubio recalcó que Washington no permitirá que se impongan a empresas tecnológicas estadounidenses normas globales de moderación de contenido que excedan la jurisdicción de otros países.

Aunque en la declaración oficial no se menciona explícitamente la Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act, DSA) aprobada en la UE, todo indica que esta es el principal objetivo de las nuevas sanciones. La DSA entró en vigor en 2023 y exige a las grandes plataformas eliminar contenido ilegal, además de garantizar transparencia en algoritmos y procesos de moderación. La administración Trump ya había criticado esta ley en varias ocasiones, calificándola de herramienta de presión contra la libertad de expresión. El vicepresidente J. D. Vance también se expresó negativamente este año sobre las normativas europeas, considerándolas hostiles hacia Estados Unidos.

En la página principal del Departamento de Estado se encuentra actualmente un enlace a un artículo del blog oficial Substack del organismo, donde el asesor principal de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Samuel Samson, compara la DSA con un mecanismo de «censura orwelliana». Según él, los reguladores independientes de la UE ahora controlan las acciones de redes sociales, incluyendo plataformas estadounidenses como X*, y amenazan con sanciones si no se cumplen sus normas.

A pesar de las declaraciones de Trump sobre la lucha contra la censura dentro del país, las acciones de su administración a menudo han restringido la libertad de expresión a nivel interno. Por ejemplo, varios sitios gubernamentales eliminaron palabras relacionadas con diversidad e inclusión por temor a provocar la ira del presidente. Además, la agencia Associated Press fue excluida de las ruedas de prensa de la Casa Blanca tras negarse a llamar al Golfo de México «el Golfo de América».

Rubio subraya que EE. UU. no permitirá injerencias en sus asuntos internos, especialmente cuando afectan los derechos fundamentales de los estadounidenses. Según él, las nuevas medidas son una defensa de la soberanía nacional frente a intentos extranjeros de imponer restricciones bajo el pretexto de combatir el «contenido peligroso». Las cuestiones de moderación de contenido a gran escala siguen siendo uno de los principales desafíos para las plataformas tecnológicas, ya que, según expertos, una moderación efectiva es prácticamente imposible dado el volumen actual de contenido generado por los usuarios.

Los expertos señalan que estas medidas por parte de EE. UU. reflejan una tendencia global hacia la reducción de la libertad en Internet, en la que diversos gobiernos emplean soluciones tecnológicas para reforzar el control sobre el espacio informativo.