Los pasajeros saltan de los coches justo en las intersecciones, solo para evitar seguir adelante.
La empresa Tesla realizó las primeras pruebas públicas de sus robotaxis en Austin, Texas, y ya en los primeros días de los ensayos en las calles de la ciudad se registraron numerosos incidentes y problemas de conducción. Así lo demuestran los videos publicados por los participantes invitados de los viajes.
El CEO de Tesla, Elon Musk, vincula directamente el futuro de la compañía con el desarrollo de las tecnologías de conducción autónoma. En un contexto de caída en las ventas de vehículos eléctricos, las apuestas para la empresa son especialmente altas. Musk afirmó que planea lanzar el servicio de robotaxis en otras ciudades de EE. UU. antes de fin de año y espera que para mediados del próximo año circulen “millones de Tesla completamente autónomos”.
Los primeros participantes de las pruebas, seleccionados por la propia empresa, en su mayoría apoyan el proyecto y publican videos de largos trayectos sin incidentes. Sin embargo, en varios videos se registraron graves errores de conducción, lo que generó preocupación tanto entre los expertos como entre los reguladores de seguridad vial de Estados Unidos.
En los videos se observa cómo los robotaxis de Tesla invaden el carril contrario, dejan a los pasajeros en medio de carreteras de varios carriles o directamente en intersecciones, realizan frenadas bruscas sin motivos aparentes, exceden los límites de velocidad y suben a las aceras.
En uno de los casos, un Tesla, ubicado en el carril izquierdo de giro, con la luz direccional encendida, inesperadamente siguió recto y terminó en el carril de tráfico en sentido contrario. Esto duró unos seis segundos, tiempo suficiente para que el vehículo recibiera una señal sonora del automóvil que venía detrás.
Otro incidente muestra cómo un robotaxi frena bruscamente sin que haya ningún obstáculo visible. Como resultado, un pasajero casi se golpea y sus pertenencias caen al suelo. En otro video, el vehículo se detiene inesperadamente dos veces en medio de la carretera al intentar esquivar patrullas policiales con las luces encendidas.
Tesla realiza las pruebas con la presencia de especialistas en seguridad sentados en el asiento delantero del pasajero. En uno de los videos, este empleado tuvo que detener manualmente el automóvil después de que un camión delante comenzara a retroceder.
El profesor de ingeniería informática de la Universidad Carnegie Mellon, Philip Koopman, señaló que no esperaba ver tantos problemas de conducción ya en el primer día de pruebas. Según él, estos incidentes en la etapa inicial son una señal preocupante.
Actualmente, entre 10 y 20 vehículos Tesla Model Y equipados con software avanzado de conducción autónoma participan en las pruebas. Según Reuters, la ubicación de al menos 11 videos que muestran problemas fue verificada de forma independiente. Los representantes de Tesla aún no han hecho comentarios sobre los incidentes.
Las autoridades de Austin también reaccionaron a la situación. Un portavoz de la alcaldía informó que la administración de la ciudad está al tanto de los problemas reportados en las redes sociales. En caso de detectar situaciones potencialmente ilegales o peligrosas, la información se transmite inmediatamente a la empresa. La policía de la ciudad, por su parte, colabora con Tesla para capacitar al personal y garantizar una interacción segura con los robotaxis.
Aunque ninguno de los incidentes registrados ha provocado accidentes, los especialistas dudan de que la tecnología esté lista para un uso masivo. Según el profesor de la Universidad de Princeton, Alain Kornhauser, por ahora el sistema funciona razonablemente bien y, en algunos casos, su comportamiento puede ser incluso más seguro que el de un conductor humano. Por ejemplo, según él, la baja velocidad en una vía muy transitada podría ser incluso más peligrosa.
El concepto de estas pruebas abiertas llama la atención, especialmente considerando la experiencia de otras empresas. Waymo y Cruise, que trabajan en servicios similares, también se han enfrentado a problemas. En los últimos dos años, los residentes de Austin y las autoridades locales se han quejado repetidamente de los vehículos autónomos de estas empresas, que bloqueaban el tráfico, ignoraban las órdenes policiales y no podían sortear accidentes o tramos de carretera cerrados.
El caso más impactante fue el de un vehículo autónomo de Cruise que atropelló a un peatón en 2023. Tras el incidente, la empresa se vio obligada a cesar sus operaciones. Actualmente, solo Waymo transporta pasajeros de pago sin conductor de seguridad dentro del vehículo. En Austin, la compañía comenzó a ofrecer estos servicios a través de Uber este año.
Las promesas de Musk sobre el inminente lanzamiento de los Tesla completamente autónomos llevan varios años repitiéndose, pero los plazos se siguen posponiendo. Actualmente, la participación en las pruebas solo está disponible mediante invitación para un número limitado de usuarios, y los robotaxis solo circulan por ciertas zonas de la ciudad, evitando intersecciones complicadas y malas condiciones climáticas. El costo del viaje es fijo: 4,20 dólares.
Los propios pasajeros se toman los errores con cautela. Por ejemplo, el exgerente de Tesla, Farzad Mesbahi, publicó un video de un viaje en el que el automóvil se detuvo en una intersección con un semáforo en funcionamiento. Los pasajeros decidieron utilizar la función de “bajar antes” y salieron del coche en medio de la intersección. Según Mesbahi, el automóvil debería haber entendido que detenerse en un lugar así no es aceptable.
La profesora de ingeniería del transporte de la Universidad de Texas, Kara Kockelman, también se mostró sorprendida por estos casos. Señaló que dejar a los pasajeros en una carretera de seis carriles o en una zona con tráfico intenso en sentido contrario representa un grave peligro y difícilmente fue planificado por Tesla.
Apostar por el transporte autónomo promete una revolución, pero los primeros fracasos de Tesla demuestran que la tecnología aún no está a la altura de las ambiciones y que las calles de las ciudades no son el lugar para experimentos inmaduros.