Los chinos han inventado “trucos” para las comunicaciones por radio: cómo dar órdenes sin delatar tu posición

Los chinos han inventado “trucos” para las comunicaciones por radio: cómo dar órdenes sin delatar tu posición

Las metasuperficies empezaron a hablar. Y ahora la guerra ya no será como antes.

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La comunicación en el campo de batalla siempre ha sido crucial —pero también el talón de Aquiles. Cualquier transmisión por radio no solo envía información, sino que delata instantáneamente la posición del emisor. Por eso, durante décadas, los ejércitos han buscado una forma de coordinarse sin emitir señales. Ahora, científicos chinos afirman haberlo logrado.

Ingenieros de la Academia China de Ciencias han presentado un prototipo de lo que llaman radiotelepatía —una tecnología que permite transmitir datos sin generar una señal propia.

El principio es simple: el sistema no emite ondas, sino que modifica cómo se refleja el entorno radioeléctrico ya existente. Para ello se utilizan metasuperficies inteligentes —paneles recubiertos con cientos de diminutos interruptores. Cada elemento puede cambiar instantáneamente su fase —0° o 180°— codificando bits de información en forma de reflexiones moduladas.

El método se basa en la misma tecnología de radares SAR (Synthetic Aperture Radar) que utilizan los satélites para obtener imágenes de la superficie terrestre. El satélite emite un impulso y lee el eco. Los científicos proponen incrustar la metasuperficie en el chasis de un tanque o vehículo de mando: cuando el satélite pase sobre el objetivo, recibirá una respuesta en la que ya está codificado el mensaje, sin emisión adicional.

El sistema en sí permanece totalmente pasivo. Solo reconfigura la forma en que refleja la señal, sin emitir ninguna onda de radio. El receptor puede leer el mensaje, pero no podrá rastrear la fuente.

Para un observador externo, el objeto permanece “silencioso” —no se distingue del fondo radioeléctrico y no ofrece pistas para su detección. Si este método demuestra ser fiable fuera del laboratorio, podría cambiar por completo el concepto del mando en combate: las órdenes llegarán de inmediato y la inteligencia enemiga no tendrá cómo interceptarlas.

Por ahora, el sistema solo ha pasado pruebas en laboratorio. Pero los autores aseguran que ya permite intercambiar mensajes de forma rápida y segura —incluso durante una operación en curso, sin riesgo de interferencia electrónica. En una guerra moderna, donde los objetivos son eliminados segundos después de ser detectados, esto puede marcar la diferencia.

Más aún: si es posible transmitir sin enviar señales, los sistemas tradicionales —desde radios hasta canales cifrados— podrían volverse obsoletos. Esto se acerca al tipo de comunicaciones ocultas diseñadas para aviones furtivos y submarinos, donde la discreción es clave.

La complejidad del proyecto no está solo en la superficie, sino en la sincronización milimétrica con el satélite SAR. Para que la información se lea correctamente, se debe alcanzar la fase y el momento exactos. Sin embargo, según los desarrolladores, el sistema ya funciona de manera estable, con alta capacidad de transmisión y protección. En el futuro planean integrarlo con los satélites chinos existentes que operan en las frecuencias adecuadas.

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