Un teléfono convertido en lavandería para 2.000 millones de dólares alcanza su desenlace con los creadores de Samourai Wallet

Un teléfono convertido en lavandería para 2.000 millones de dólares alcanza su desenlace con los creadores de Samourai Wallet

El servicio de anonimato resultó ser un escaparate para hackers y narcotraficantes.

image

En medio de la creciente presión sobre los servicios de criptomonedas anónimas, dos fundadores del tristemente célebre mezclador Samourai Wallet se declararon culpables de blanquear ganancias ilícitas. Los directivos del proyecto —el director ejecutivo Keon Rodríguez y el director técnico William Lonergan Hill— confirmaron oficialmente que usaron deliberadamente su servicio para ocultar flujos financieros de origen delictivo. Según el acuerdo alcanzado con las autoridades, cada uno podría recibir hasta 5 años de prisión y deberá pagar al Estado 237 millones de dólares.

El software de Samourai Wallet estuvo en uso activo desde 2015, ofreciendo herramientas para realizar transacciones anónimas basadas en Bitcoin. Su componente clave era la función Whirlpool, un mecanismo que permite agrupar y mezclar transferencias de criptomonedas de forma que se oculte su origen y destino. Esta herramienta se volvió especialmente popular entre ciberatacantes, narcotraficantes y estafadores que convertían en efectivo criptomonedas obtenidas mediante phishing y engaños contra protocolos DeFi. En 9 años, por Whirlpool circularon más de 80.000 bitcoins, equivalentes a 2.000 millones de dólares.

Al momento del cierre del servicio, la aplicación móvil de Samourai había sido instalada más de 100.000 veces, a pesar de que sus creadores declaraban abiertamente la naturaleza ilegal de los servicios ofrecidos. En conversaciones de WhatsApp, Keon Rodríguez llamaba directamente al mecanismo de mezcla de criptomonedas “lavado de bitcoins”. Su socio William Hill promocionaba Samourai en la darknet como una solución para “limpiar cripto sucia”, subrayando que el servicio estaba orientado a las necesidades del mercado ilegal.

La investigación también determinó que, en 2020, tras un importante hackeo, Rodríguez y Hill rastrearon los activos robados y recomendaron personalmente a los atacantes usar Whirlpool para borrar rastros, mostrando públicamente su descontento cuando estos optaron por otro servicio.

Además de Whirlpool, el ecosistema de Samourai incluía otro servicio: Ricochet. Este permitía incrementar artificialmente el número de transacciones intermedias para dificultar el seguimiento de fondos por parte de las fuerzas del orden y las casas de cambio. Los ingresos totales de los fundadores por comisiones derivadas del uso de ambas funciones superaron los 6 millones de dólares.

En abril de 2024, las autoridades estadounidenses arrestaron a ambos implicados. Ese mismo día, las autoridades islandesas desactivaron los dominios del proyecto y confiscaron sus servidores. Google, a petición del Departamento de Justicia, eliminó la aplicación móvil Samourai Wallet de la Play Store.

La fiscalía estadounidense subraya que los acusados no solo facilitaron técnicamente el blanqueo de enormes volúmenes de criptomonedas, sino que también colaboraron conscientemente con criminales, animándolos activamente a usar el servicio para legalizar ganancias de hackeos, tráfico de drogas y distintas formas de fraude digital.

Tras declararse culpables, Rodríguez y Hill esperan sentencia por cargos de conspiración para operar un sistema de pagos sin licencia y participación en esquemas de lavado de dinero. Sin embargo, como parte del acuerdo con las autoridades, se retiraron cargos más graves que contemplaban hasta 20 años de prisión. El proceso judicial supone otro golpe para la infraestructura cripto anónima y envía una señal de que las instituciones estatales están dispuestas a aplicar medidas severas contra los desarrolladores cuyas tecnologías se utilicen para ocultar actividades delictivas.

Las huellas digitales son tu debilidad, y los hackers lo saben

¡Suscríbete y descubre cómo borrarlas!