La IA no fue a la universidad, pero ya ocupa tu sitio con vista y cafetera.
En el último año, el panorama de contratación en el sector tecnológico ha cambiado drásticamente: se cierran las puertas para los jóvenes especialistas, el talento huye de Texas y laboratorios de IA como Anthropic muestran niveles récord de retención de personal. Así lo indica un informe de SignalFire, que analiza las trayectorias profesionales de más de 650 millones de especialistas y 80 millones de organizaciones.
El mayor golpe lo recibieron los recién graduados. Hace unos años eran el centro de atención para muchas empresas, pero eso ha cambiado radicalmente. En 2024, solo el 7% de los nuevos empleados en las principales compañías de tecnología eran recién graduados, lo que representa una caída del 25% respecto al año anterior y más del 50% frente a los niveles previos a la pandemia. En las startups, el panorama no es mucho mejor: su proporción cayó al 6%, un 11% menos que el año anterior y más del 30% menos que en 2019.
Esta reducción en las contrataciones iniciales no se debe solo a la automatización, sino también a un cambio en las prioridades. Según la Reserva Federal de Nueva York, la tasa de desempleo entre graduados ha aumentado un 30% desde el otoño de 2022, frente al 18% en el conjunto de los trabajadores. Los empleadores son más cautelosos: el 55% considera que la Generación Z tiene problemas para trabajar en equipo, y el 37% de los gerentes preferiría usar IA en lugar de contratar a alguien de esa generación.
Los más afectados han sido incluso los egresados de universidades técnicas de élite. Cada vez son menos contratados por el “gran siete” (Alphabet, Amazon, Apple, Meta*, Microsoft, NVIDIA y Tesla), donde su proporción se ha reducido más de la mitad en dos años. Con presupuestos más ajustados y el auge de la IA, las empresas buscan experiencia demostrada, no potencial. Esto ha generado una paradoja: las vacantes siguen abiertas para novatos, pero son ocupadas por profesionales senior. Un círculo vicioso — necesitas experiencia para conseguir trabajo, pero necesitas trabajo para tener experiencia.
Aun así, no todo se le puede achacar a la IA. Los analistas de SignalFire subrayan que el problema es más profundo: la era del dinero barato ha terminado, las startups ahora tienen un 20% menos de personal en promedio que en 2020, y con ellas se ha reducido la contratación masiva. No se trata de un bache temporal, sino de una reestructuración sistémica — la contratación es ahora más selectiva y pragmática, especialmente en las grandes tecnológicas, donde se apuesta por machine learning y data engineering en lugar de personal administrativo.
Distribución de contrataciones por especialidades (SignalFire)
En la base del mercado, la competencia por ingenieros con experiencia se ha intensificado. Esto se nota especialmente en IA, donde laboratorios como Anthropic, DeepMind y OpenAI son el epicentro de una guerra de talentos. Según el informe, Anthropic retiene al 80% de sus empleados dos años después de contratarlos — un récord entre empresas de IA. En comparación, DeepMind alcanza el 78% y OpenAI el 67%.
Anthropic también lidera en atracción de talento. Un ingeniero tiene ocho veces más probabilidades de pasar de OpenAI a Anthropic que al revés. Con DeepMind, la proporción es casi once a uno. La razón no es solo el salario, sino el ambiente: modelos laborales flexibles, ausencia de jerarquía formal y énfasis en la autonomía hacen que la empresa sea especialmente atractiva para quienes se han cansado de la burocracia.
La geografía también está cambiando. Pese a los discursos sobre descentralización, los centros tradicionales como San Francisco y Nueva York no han perdido relevancia — más del 65% de los ingenieros de IA siguen trabajando allí. Mientras tanto, ciudades como Miami y San Diego ganan terreno gracias a su calidad de vida y ventajas fiscales. En Miami, las vacantes en IA crecieron un 12%; en San Diego, un 7% en el segmento Big Tech. Pero Texas está perdiendo fuerza: en 2024, el número de empleados en startups de capital riesgo cayó un 6% en Austin y casi un 11% en Houston. Las causas: infraestructura deficiente, cansancio por el modelo híbrido de regreso a oficinas y un hype inflado durante la pandemia.
Entre las tendencias más estables se mantienen los roles “fractional” (de alta dirección a tiempo parcial) y la alta demanda de especialistas en ciberseguridad. Por otro lado, las previsiones más ambiciosas de SignalFire apuntan al futuro: crecimiento del interés por ingenieros generalistas, auge de mentorías a cambio de participación accionaria y aparición de nuevos perfiles como “especialista en ética de IA” o “ingeniero en seguridad de agentes de IA”.
La conclusión principal del informe es clara: la tecnología no se construye sola. Las empresas que saben contratar y retener a los mejores talentos obtienen una ventaja decisiva. Y aunque la IA reduce la demanda de juniors, excluir completamente a los jóvenes especialistas podría significar que en unos años no haya nadie para mantener y desarrollar las nuevas plataformas. Los expertos señalan que el avance de la IA tiende más a transformar la naturaleza del trabajo que a reemplazar por completo al ser humano.