Una trampa online para adolescentes que casi nadie ve venir.
Europol llevó a cabo una operación a gran escala denominada Referral Action Day (RAD), durante la cual, en colaboración con representantes de 16 países, se identificaron más de 2.000 enlaces en línea con propaganda yihadista y de extrema derecha dirigida a jóvenes. El motivo de esta acción coordinada fue la creciente preocupación por los nuevos métodos de reclutamiento que las organizaciones radicales utilizan cada vez con más frecuencia para influir en menores de edad.
La nueva ola de extremismo digital viene acompañada de innovaciones tecnológicas, incluido el uso activo de inteligencia artificial para generar material propagandístico dirigido a audiencias adolescentes. Dichos materiales incluyen imágenes estilizadas, vídeos cortos, memes y textos visual y emocionalmente adaptados a los intereses y lenguaje de los jóvenes. Según Europol, la propaganda se diseña intencionadamente para generar confianza e interés entre niños y familias potencialmente vulnerables a la influencia ideológica.
Una de las preocupaciones destacadas es la llamada "gamificación" del contenido radical. Elementos de diseño de videojuegos, efectos sonoros y visuales se integran en materiales extremistas para hacerlos más atractivos a los adolescentes. Estas técnicas no solo facilitan el primer contacto, sino que también generan apego emocional y mayor implicación entre el público joven.
El informe presta especial atención a la presión ideológica dirigida a adolescentes varones. La propaganda se enfoca principalmente en los hombres, ofreciéndoles el papel de "héroes" y "salvadores" de la sociedad. A través de estas narrativas, los grupos terroristas intentan inculcar la idea de que participar en actos violentos es un acto de valentía, fuerza y misión social. Estos mensajes suelen ir acompañados de temas cercanos al fenómeno "incel", es decir, hombres que se consideran rechazados por la sociedad y las mujeres.
Entre las nuevas tácticas se ha identificado también el uso de presión emocional mediante imágenes de víctimas. Los vídeos y publicaciones muestran a niños heridos en zonas de conflicto, apelando a la compasión del espectador, pero al mismo tiempo incitando a pensamientos de venganza. Este contraste entre la lástima y el llamado a la violencia crea un potente anzuelo psicológico, especialmente para usuarios jóvenes emocionalmente inestables.
También representan un riesgo significativo los manuales de radicalización dirigidos a padres, que se difunden como supuestas guías para una "educación correcta" de futuros combatientes. Este tipo de materiales buscan crear un entorno familiar cohesionado orientado a la ideología extremista y formar una nueva generación de simpatizantes.