Sigues siendo el director… pero ya no decides nada

Sigues siendo el director… pero ya no decides nada

La IA irrumpe en la gestión. No pide permiso. Simplemente empieza a trabajar en tu lugar.

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En los próximos años, las fronteras entre la gestión humana y el análisis automatizado comenzarán a desdibujarse rápidamente. Según la consultora Gartner, para 2027 la mitad de todas las decisiones empresariales serán completamente automatizadas o se tomarán con una participación activa de agentes de inteligencia artificial. Y no se trata de un futuro hipotético: estos escenarios ya están comenzando a implementarse, transformando los principios fundamentales de la gestión corporativa.

A primera vista, parece que se trata solo de acelerar procesos o de mejorar las previsiones. Pero el cambio va mucho más allá: la inteligencia artificial se convierte en coautora de las decisiones de gestión, redistribuyendo el control sobre los procesos empresariales entre el ser humano y el algoritmo. Ya no es solo una herramienta, sino un participante pleno, integrado en el pensamiento corporativo.

El concepto clave en el que apuesta Gartner es el llamado decision intelligence o “inteligencia de decisiones”. En su núcleo se encuentra la combinación de tres elementos: datos, análisis e inteligencia artificial. Juntos forman cadenas integradas de toma de decisiones que no solo automatizan tareas rutinarias, sino que también abordan casos complejos, analizan fuentes, gestionan riesgos y eligen estrategias óptimas.

Estos agentes son capaces de comparar grandes volúmenes de información, identificar patrones y proponer acciones basadas en modelos probabilísticos. Esto resulta especialmente valioso en contextos de alta incertidumbre, donde confiar en la intuición puede ser costoso. Por eso Gartner prevé que las empresas que empiecen a implementar estas soluciones desde ya mostrarán un mejor desempeño financiero.

La brecha de eficiencia entre quienes entrenan activamente a sus directivos para trabajar con IA y quienes ignoran esta tendencia será de aproximadamente un 20%. Y no se trata solo de conocimientos tecnológicos, sino también de la capacidad para identificar riesgos, regular el impacto de la IA y comprender las consecuencias de decisiones automatizadas. La alfabetización en inteligencia artificial se convierte en una nueva competencia directiva.

Es importante señalar que los agentes de IA no reemplazan a las personas, sino que actúan en conjunto con ellas. Una integración efectiva solo es posible si existe un contexto sólido: una clara comprensión de los objetivos empresariales, una arquitectura de datos bien pensada y un modelo de gobernanza corporativa maduro. De lo contrario, los riesgos son altos: Gartner advierte que para 2027, el 60% de los líderes en datos y análisis enfrentará fallos graves al trabajar con datos sintéticos. Esto podría afectar la precisión de los modelos, comprometer el cumplimiento normativo y provocar fallos en la gestión basada en IA.

Ante esto, se recomienda que los líderes de análisis y los directivos empresariales colaboren estrechamente. Juntos deben definir qué decisiones de gestión son más relevantes para la empresa y cuáles pueden ser potenciadas de forma inteligente mediante la IA.

Y aun así, incluso los algoritmos más avanzados no son una solución universal. Gartner enfatiza que los agentes de IA no son una panacea. Deben utilizarse en conjunto con sistemas de gestión de riesgos, normativas y criterios expertos. La decisión final todavía requiere conocimiento humano, pensamiento crítico y alfabetización digital.

Curiosamente, para 2029, según los analistas, alrededor del 10% de los consejos directivos globales utilizarán asesores de IA para evaluar y verificar las decisiones tomadas por la alta dirección. En la práctica, los ejecutivos estarán bajo el escrutinio de “auditores artificiales” capaces de hacer preguntas incómodas basadas en lógica algorítmica y datos estructurados.

Paralelamente, también está cambiando la forma en que se trabaja con la IA generativa. Aproximadamente un tercio de las empresas, según Gartner, dejará de adquirir soluciones listas para usar y optará por desarrollar sus propios modelos. Esto permitirá reducir costes, aumentar la flexibilidad y tener un mayor control sobre la calidad y confidencialidad de los datos. La transición de soluciones SaaS a plataformas personalizadas ya ha comenzado, y se convertirá en uno de los indicadores de madurez de la infraestructura de IA de una empresa.

El mundo empresarial enfrenta una nueva tarea: no solo implementar la IA, sino aprender a convivir con ella en simbiosis. Los líderes deberán no solo adaptarse a las nuevas tecnologías, sino también actualizar constantemente sus conocimientos sobre las capacidades, limitaciones y costes de estos sistemas. Ya no se trata de seguir una moda: es una cuestión de supervivencia y competitividad en un mundo donde las decisiones son tomadas, cada vez más, en colaboración con las máquinas.

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