No percibe el sabor, pero crea obras maestras gastronómicas únicas.
Este otoño se inaugurará en Dubái un restaurante bastante inusual llamado WOOHOO, que promete cambiar la forma habitual de entender la gastronomía. El establecimiento, ubicado cerca del Burj Khalifa, se presenta como un "restaurante del futuro", en el que las tecnologías de inteligencia artificial se integran prácticamente en todo, excepto en la propia preparación de los alimentos. La base del concepto es un asistente de IA llamado Chef Aiman, desarrollado específicamente para generar menús, diseñar interiores y organizar el servicio.
Chef Aiman — una combinación de las palabras "AI" y "man" — está basado en una vasta cantidad de datos que abarcan décadas de investigaciones culinarias, información sobre la estructura molecular de los alimentos y más de mil recetas de distintas cocinas del mundo. Según el cofundador del restaurante, Ahmet Oytun Çakır, el sistema inteligente no puede percibir el sabor o el olor, pero es capaz de descomponer los platos en características gustativas clave —como la textura, la acidez o la intensidad— y combinarlas en formas inesperadas.
Luego entran en escena los chefs: ellos prueban las combinaciones creadas, las ajustan y perfeccionan. Este proceso está liderado por el reconocido chef de Dubái Reif Othman. Él proporciona retroalimentación a la IA, lo que permite a esta última mejorar su modelo y orientarse gradualmente no solo por los datos, sino también por los matices subjetivos del sabor.
Los creadores afirman que el objetivo del proyecto no es reemplazar al ser humano con una máquina, sino potenciar la creatividad mediante un socio digital. Según ellos, Chef Aiman puede ampliar significativamente los horizontes culinarios y ofrecer soluciones poco convencionales incluso a chefs experimentados. Una de las tareas que resuelve el algoritmo es el desarrollo de recetas utilizando ingredientes que normalmente son desechados por los restaurantes. Se trata de recortes de carne, grasas y otros elementos que a menudo se consideran residuos. Este tipo de reutilización no solo mejora la sostenibilidad del negocio, sino que también reduce el desperdicio alimentario.
A futuro, el equipo de WOOHOO planea escalar la tecnología: Chef Aiman podría convertirse en un producto comercial con licencia para restaurantes de todo el mundo. Esto ayudaría a otros establecimientos no solo a crear platos originales, sino también a optimizar el funcionamiento de las cocinas con un enfoque más ecológico.
La idea de combinar la gastronomía con redes neuronales podría convertirse en un paso importante en el desarrollo del foodtech, especialmente en aquellas regiones donde la búsqueda de innovación y espectacularidad va de la mano con la competencia. WOOHOO apuesta no por un show para generar hype, sino por una aplicación inteligente de la IA para resolver problemas reales del sector: desde el desperdicio de recursos hasta el clásico bloqueo creativo.