¿Por qué los veteranos de la ciberdefensa guardan silencio sobre lo que está sucediendo en su profesión?
La automatización avanza rápidamente en el ámbito de la ciberseguridad, y cada vez más empresas se apresuran a implementar herramientas basadas en inteligencia artificial. Sin embargo, junto con el progreso tecnológico, crece la preocupación: los principiantes en la profesión podrían estar en riesgo.
Según una nueva encuesta global de ISC2 —la asociación más grande del mundo de profesionales certificados en ciberseguridad— el interés por las herramientas de IA en el sector está creciendo, aunque con cierto grado de cautela.
Casi un tercio de los encuestados señalaron que sus equipos ya han integrado la IA en su trabajo cotidiano. Otro 42% indicó que se encuentran en fase de prueba o evaluación de estas soluciones. Las más activas son las grandes corporaciones con más de 10 mil empleados, así como organizaciones del sector de servicios informáticos e industria. Al mismo tiempo, las entidades gubernamentales muestran la menor actividad: solo el 16% ya ha comenzado a aplicar IA en ciberdefensa.
Las principales razones de esta rápida adopción son el aumento en la velocidad y eficiencia del trabajo. Siete de cada diez equipos que utilizan IA informaron un crecimiento evidente en la productividad en tareas como detección de intrusiones, monitoreo de redes y gestión de vulnerabilidades. Con mayor frecuencia, la IA se emplea en cinco áreas clave: monitoreo de red y detección de intrusiones (60%), protección y respuesta ante incidentes en dispositivos finales (56%), gestión de vulnerabilidades (50%), modelado de amenazas (45%) y pruebas de seguridad (43%).
Pero precisamente en estas tareas solían iniciarse los especialistas novatos. Más de la mitad de los encuestados (52%) cree que la IA puede reducir la necesidad de contratar personal de nivel inicial. En el 21% de las empresas ya ha cambiado el enfoque en la formación de equipos y contratación de personal.
Esto genera inquietud: si se simplifica el ingreso a la profesión mediante la interacción con la IA, se puede perder una etapa crucial en la formación de futuros expertos. Algunos participantes señalan que sin trabajo "en primera línea" es difícil desarrollar intuición, pensamiento crítico y comprensión de los procesos necesarios para tareas más complejas. A largo plazo, esto podría provocar escasez de personal cualificado, sobrecarga de los empleados experimentados y aumento del coste de contratación.
No obstante, no todos tienen una visión pesimista. Casi la mitad de los encuestados (44%) afirmó que la adopción de la IA aún no ha influido en la política de personal de sus empresas. Además, un 31% cree que la IA abrirá nuevos puestos de entrada: roles híbridos que combinan habilidades clásicas en ciberseguridad con conocimientos sobre IA.
Entre estas nuevas profesiones ya se están discutiendo:
La inteligencia artificial tiene el potencial de transformar el sector, pero al mismo tiempo está reestructurando los caminos tradicionales del desarrollo profesional. La forma en que las empresas gestionen esta automatización determinará no solo su eficacia a corto plazo, sino también la resiliencia de toda la industria en el futuro.