Hipopótamos, piedras e inteligencia. Un nuevo hallazgo adelanta en medio millón de años la historia de la planificación y del pensamiento espacial de nuestros antepasados.

Hipopótamos, piedras e inteligencia. Un nuevo hallazgo adelanta en medio millón de años la historia de la planificación y del pensamiento espacial de nuestros antepasados.

La historia de la tecnología comenzó mucho antes.

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Los científicos han registrado un nuevo hito en la historia de las tecnologías: según un estudio publicado en la revista Science, los antiguos habitantes de Kenia, hace más de 2,6 millones de años, transportaban piedras para fabricar herramientas a distancias superiores a 11 kilómetros. Este hallazgo adelanta el inicio de ese comportamiento al menos medio millón de años y sugiere que los homínidos ya entonces contaban con capacidades cognitivas desarrolladas: planificación, pensamiento espacial y disposición a la recompensa diferida.

Se trata del yacimiento de Nyayanga en la península de Homa. Allí, artesanos de la tradición olduvayense fabricaban herramientas de piedra y las usaban para cortar plantas y trocear animales, incluidos hipopótamos. Quién exactamente fue su creador sigue siendo un misterio: podrían haber sido los primeros representantes del género Homo o parientes suyos, como Paranthropus.

«Vemos que ya hace 2,6 millones de años los homínidos utilizaban distintos recursos y transportaban piedras a grandes distancias», dijo a 404 Media la directora del estudio, Emma Fainstone, del Museo de Historia Natural de Cleveland.

Los científicos consideran «transporte a larga distancia» todo lo que supera los tres kilómetros. En Nyayanga, los homínidos movieron piedras a distancias de más de 11 kilómetros, muy por encima de ese umbral. Los animales también saben usar objetos, pero fueron los humanos y sus antepasados quienes empezaron a buscar conscientemente recursos específicos, planificar y repartir el esfuerzo en el tiempo.

Hasta ahora, la evidencia más antigua de ese comportamiento se consideraba el yacimiento de Kanjera-Sur, de unos 2 millones de años, también en la península de Homa. Pero en Nyayanga los artefactos resultaron ser más antiguos y variados: los antiguos artesanos no usaban un solo tipo de piedra, sino una amplia gama —cuarzo, sílex, granito.

En 2023, el mismo equipo informó de que aquí se habían hallado rastros de despiece de carcasa de hipopótamos —el primer ejemplo de consumo de animales tan grandes por parte de homínidos. Entonces también se encontraron restos de Paranthropus, lo que dio pie a pensar que la cultura olduvayense podría no haber pertenecido únicamente al género Homo.

Por ahora las pruebas no son concluyentes. Sin embargo, la ausencia de hallazgos de Homo y la presencia de huesos de Paranthropus obligan a los investigadores a considerar seriamente esta hipótesis.

Los arqueólogos siguen excavando y afinando la datación de los artefactos, que podría llegar a los 3 millones de años. Cada nuevo hallazgo puede cambiar la idea sobre qué especies de homínidos dominaban estas tecnologías y cómo las empleaban.

La tradición olduvayense se extendió después por África y llegó a Europa y Asia, dando paso a sistemas de talla más complejos. Pero fue la base de la dependencia tecnológica humana: «Somos una especie obligatoriamente dependiente de las herramientas», subraya Fainstone.

Esas piedras, con las que se despiezaban hipopótamos y trituraban tubérculos, ofrecen una rara mirada al pasado —allí donde nació el hábito que marcó todo el camino posterior de la humanidad.

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